Carlos III celebra su primer cumpleaños en el trono de Reino Unido
Si Isabel II subió al trono con toda la vida por delante, su hijo festeja este lunes su primer cumpleaños como rey a una edad que supera en casi una década a la de jubilación, convertido en el monarca más anciano de cuantos han sido coronados en Westminster.
Carlos III celebra su primer cumpleaños en el trono de Reino Unido
Lunes 14.11.2022
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Última actualización 18:32
Con casi medio siglo en el trono a sus espaldas, aquel año la recordada monarca había comenzado a preparar su Jubileo de Oro (celebrado en 2002) y ya había dejado muy atrás los grandes logros de su reinado, una situación muy distinta a la que ahora se enfrenta su sucesor al cumplir esa misma edad.
Si Isabel II subió al trono con toda la vida por delante, Carlos III celebra este lunes su primer cumpleaños como rey a una edad que supera en casi una década a la de jubilación y a la que la mayoría de sus predecesores ya habían muerto, convertido así en el monarca más anciano de cuantos han sido coronados en la abadía de Westminster.
El estreno de la nueva temporada de The Crown no ha hecho más que subrayar la ironía de su destino: en el primer episodio de la serie, se ve a un príncipe Carlos satisfecho por una encuesta publicada en 1990 que mostraba que la mayoría de británicos deseaba que la reina Isabel II abdicara el trono en él por considerarla demasiado vieja. La entonces monarca tenía 64 años, es decir, diez menos que los que cumple hoy el hombre al que en esa época se creía capaz de rejuvenecer la Corona cuando subiera al trono.
El tiempo dirá si la larga experiencia con la que cuenta Carlos III como príncipe heredero (ha tenido siete décadas para prepararse) a cambio de su provectísima edad será una ventaja o un handicap para atajar los problemas a los que se enfrenta la monarquía británica y el propio Reino Unido. Tras las dimisiones presentadas por los últimos tres primeros ministros británicos y la grave crisis económica y política que atraviesa el país desde hace meses, Reino Unido ha dejado atrás su fama de Estado flemático y estable y el rey Carlos III tiene por delante la tarea de conseguir que, cuanto menos, la institución que él encabeza sí siga pareciendo sólida.
La cuestión afecta no solo a Reino Unido sino al resto de países de la Commonwealth, algunos de los cuales han expresado su deseo de dejar de tener por Jefe de Estado al monarca para convertirse en repúblicas, un proceso que ya culminó Barbados hace un año.
Las dificultades del rey para conseguir que la casa real sea tan respetada y querida como durante el reinado de su madre no son pocas. Carlos III se ha propuesto adaptar la monarquía al siglo XXI y en plena inflación planea “adelgazar” el peso de la institución, reduciendo el número de miembros de la casa real como han hecho otras familias reales europeas y ahorrando algunos gastos a las arcas públicas, pero en un organismo en el que lo personal se confunde con lo institucional no todos los problemas pueden resolverse en una hoja de Excel.
Las memorias del príncipe Harry, que se publicarán a comienzos del año que viene, prometen dar algunos quebraderos de cabeza al monarca, mientras la princesa Diana sigue siendo un motivo de preocupación para el que fuera su marido a pesar de llevar 25 años muerta. La nueva temporada de la popular serie The Crown se centra en los últimos (y peores) años del matrimonio de la princesa de Gales y retrata al nuevo monarca de una manera muy poco amable, algo que según The Times y otros medios británicos tiene cada vez más preocupados a los Windsor.
Carlos III nunca ha llegado a recuperarse de los problemas de popularidad que le causó su enfrentamiento con su primera mujer y tampoco ha logrado conectar con los británicos a nivel tan profundo como hicieron ésta o la reina Isabel II.
Aunque se adelantó al comprometerse como príncipe de Gales a causas hoy tan importantes para las nuevas generaciones como la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad, el rey Carlos III acarrea una fama de hombre maniático y déspota que en las encuestas de popularidad sigue alejándole de otros miembros de su familia como el príncipe Guillermo, percibido como un hombre más cercano por los británicos. Se vio en sus primeros días como monarca: la imagen de Carlos III pidiéndole de malos modos a un ayudante que retirara un tintero de su mesa se hizo viral y sirvió para que se recordara otras manifestaciones en público de su mal genio en el pasado.
La duda ahora es si el rey, un hombre al que el mundo conoce desde hace 74 años, tiene o no margen para que la idea que se tiene de él cambie.