El príncipe Eduardo de Inglaterra cumple 59 años y su hermano mayor, el rey Carlos III, le ha concedido un honor especial: el título de duque de Edimburgo de su difunto padre, el príncipe Felipe.
El rey Carlos III otorgó a su hermano menor el que fuera el título del padre de ambos, el príncipe Felipe, como regalo por su cumpleaños número 59.
El príncipe Eduardo de Inglaterra cumple 59 años y su hermano mayor, el rey Carlos III, le ha concedido un honor especial: el título de duque de Edimburgo de su difunto padre, el príncipe Felipe.
Según ha anunciado el palacio de Buckingham a través de un comunicado en la mañana de este viernes, “su Majestad el Rey ha tenido el placer de conferir el ducado de Edimburgo al príncipe Eduardo, conde de Wessex y Forfar, con motivo del 59º cumpleaños de Su Alteza Real. El título lo ostentará el príncipe Eduardo mientras viva Su Alteza Real”.
"El ducado fue creado por última vez para el príncipe Felipe en 1947, tras su matrimonio con la princesa Isabel, que ostentaba el título de duquesa de Edimburgo antes de acceder al trono en 1952. Los nuevos duques de Edimburgo se enorgullecen de continuar el legado del príncipe Felipe de promover oportunidades para que los jóvenes de todos los orígenes alcancen su pleno potencial".
El príncipe Eduardo, hijo menor de la difunta reina Isabel II y el príncipe Felipe, fue nombrado conde de Wessex en 1999, tras su matrimonio con la entonces Sophie Rhys-Jones. Su madre le concedió el título adicional de conde de Forfar al cumplir 55 años en 2019.
Antes del príncipe Felipe, que recibió el título de duque de Edimburgo al casarse con la entonces princesa Isabel en 1947, el ducado había sido creado previamente en cuatro ocasiones para miembros de la Familia Real: en 1726 para el príncipe Federico, hijo mayor del rey Jorge II; en 1764 para el príncipe Guillermo, hermano del rey Jorge III, como parte del título conjunto, El duque de Gloucester y Edimburgo; y en 1866 para el príncipe Alfredo, segundo hijo de la reina Victoria.
Además del importante significado sentimental que tiene para todos los hijos del príncipe Felipe, es un honor especialmente apropiado para Eduardo dado que ahora desempeña un papel clave en la supervisión del Premio del Duque de Edimburgo, continuando el legado de su padre al defender el programa de premios para jóvenes que fundó en 1956.
Los fans de la realeza también estarán encantados con la noticia de que la esposa de Eduardo, Sophie, también haya recibido el título de duquesa de Edimburgo, sobre todo teniendo en cuenta su cercanía a la difunta Reina, que ostentó el apodo en los años entre su matrimonio y su acceso al trono.