Más de un centenar de personas, entre ellos varios estadounidenses, fueron evacuadas desde el aeropuerto de Kabul, en el primer vuelo con extranjeros en despegar desde la capital de Afganistán luego de que las últimas tropas de Estados Unidos partieran del país a fines de agosto pasado. El primer avión de la línea Qatar Airways despegó este jueves en dirección a Doha, la capital qatarí.
Un total de 113 pasajeros se encontraban a bordo del Boeing 777, incluyendo estadounidenses, canadienses, alemanes, británicos y ucranianos, informó un reportero de la cadena Al Jazeera desde el aeropuerto internacional Hamad, en Doha. "Están transitando por la aduana, después de pasar por ella serán llevados temporalmente a un complejo aquí en Doha, donde se alojarán evacuados y refugiados afganos", precisó el periodista.
Previamente, fuentes concordantes habían dicho que había 200 personas en el vuelo. Se trata del primer vuelo desde que el 30 de agosto finalizara la caótica evacuación de más de 120.000 personas. El enviado especial de la Cancillería qatarí para antiterrorismo y resolución de conflictos, Mutlaq Al Qahtani, declaró que el aeropuerto está listo en un 90%, "pero su apertura está planeada gradualmente".
"Es un día histórico para el aeropuerto de Kabul", dijo Al-Qahtani, y agregó que los vuelos internacionales se reanudarían "progresivamente". Este vuelo se lleva a cabo cuando los talibanes intentan afianzar su régimen, menos de un mes después de que tomaran el control de Kabul. Imágenes difundidas por la cadena Al Jazeera mostraron a varias familias esperando con valijas en el aeropuerto de Kabul.
"Estamos muy agradecidos con Qatar", dijo uno de los pasajeros. En tanto, en las calles de Kabul, fuera del aeropuerto, se veían muchos más combatientes talibanes armados que los días anteriores -incluyendo las fuerzas especiales con equipos militares-, en las esquinas y en los puestos de control del tráfico en las grandes avenidas.
Los talibanes no dejan de reiterar que han cambiado y ya no son aquel régimen represivo, especialmente con las mujeres, que gobernó entre 1996 y 2001. Sin embargo, en sus primeras semanas en el poder muestran que no tolerarán ningún tipo de oposición. En las últimas veinticuatro horas, varias protestas en favor de la libertad fueron anuladas en la capital afgana, luego de que el nuevo gobierno prohibiera este tipo de actos.
Durante la semana, talibanes armados habían dispersado concentraciones de cientos de personas en varias ciudades del país, entre ellas Kabul, Faizabad (noreste) y Herat (este), donde murieron dos personas por disparos. Para poner fin a las movilizaciones, el miércoles por la noche, el gobierno ordenó que cualquier manifestación tenía que estar autorizada por el Ministerio de Justicia y que, "por el momento", ninguna lo estaba.
Los talibanes anunciaron esta semana su gobierno de transición, el que está formado por miembros ultraconservadores, algunos de los cuales ya habían intervenido en el régimen fundamentalista de los años 90.
A pesar de que los talibanes habían prometido que incluirían a miembros de otros grupos en el gobierno, la realidad es que los puestos clave anunciados están en manos de líderes talibanes: el ministerio del Interior está dirigido por Sirajuddin Haqqani, jefe de la temida red Haqqani (calificada de terrorista por Estados Unidos) y el de Defensa por el mullah Yaqub, hijo del mullah Omar, fundador del movimiento.
Mohammad Hasan Akhund, que fue ministro entre 1996 y 2001, está al frente del gobierno. Este nuevo gobierno se enfrenta a la difícil tarea de relanzar la economía del país y lidiar con los complejos problemas de seguridad, incluida la rama local del grupo Estado Islámico, que es rival de los talibanes y está detrás de los sangrientos atentados ocurridos recientemente en la capital afgana y otras localidades del país.