Cerraron las urnas en las elecciones de Uruguay y se espera un final cerrado
El país define su futuro político en un balotaje histórico entre Yamandú Orsi y Álvaro Delgado.
Cerraron las urnas en las elecciones de Uruguay y se espera un final cerrado
Domingo 24.11.2024
/
Última actualización 23:56
Con las urnas ya cerradas, Uruguay se encuentra en vilo esperando el resultado del balotaje que definirá a su próximo presidente. En una contienda que promete ser ajustada, los uruguayos decidieron entre dos modelos de país: Yamandú Orsi, representante de la izquierda y heredero político de José “Pepe” Mujica, y Álvaro Delgado, el candidato de la coalición oficialista que busca dar continuidad al gobierno de Luis Lacalle Pou.
Más de 2,7 millones de ciudadanos estaban habilitados para votar este domingo, en una jornada que transcurrió con normalidad en todo el país. Según las encuestas previas, la diferencia entre ambos candidatos podría ser mínima, lo que mantiene en suspenso el nombre del sucesor de Lacalle Pou. En Uruguay, alcanzar una mayoría simple de votos es suficiente para llegar a la presidencia, por lo que cada sufragio cuenta.
El ganador asumirá el 1 de marzo de 2025, con un Congreso dividido que exigirá capacidad de diálogo y negociación. En este contexto, Mujica, exmandatario y figura clave del Frente Amplio, destacó la importancia de construir consensos: “El gobierno que venga, sea cual sea, va a tener que crear un clima que permita negociar e intercambiar”, advirtió tras emitir su voto en las primeras horas del día.
Votos con historia
La jornada electoral estuvo cargada de simbolismo. José Mujica fue uno de los primeros en votar, reafirmando su llamado a cuidar la estabilidad democrática y el respeto por las instituciones. “Eso lo tenemos que cuidar entre todos”, señaló.
La jornada electoral estuvo cargada de simbolismo. José Mujica fue uno de los primeros en votar, reafirmando su llamado a cuidar la estabilidad democrática y el respeto por las instituciones. “Eso lo tenemos que cuidar entre todos”, señaló. Foto: REUTERS
Por su parte, el presidente saliente, Luis Lacalle Pou, votó al mediodía en Canelones y anticipó su compromiso de iniciar la transición presidencial en cuanto se conozcan los resultados. “A partir de esta noche, Uruguay tendrá un presidente electo y comienza una etapa de transición”, declaró, en un tono que destacó la importancia de la continuidad institucional.
Lacalle Pou: “A partir de esta noche, Uruguay tendrá un presidente electo y comienza una etapa de transición”. Foto: REUTERS
Quiénes son los candidatos
En esta elección, ambos postulantes cuentan con fórmulas integradas por mujeres, un dato que marca un hito en la política uruguaya. Orsi, de 57 años, está acompañado por Carolina Cosse, actual intendenta de Montevideo y figura clave del Frente Amplio. Por su parte, Delgado, de 55 años, comparte fórmula con Valeria Ripoll, una dirigente sindical que busca aportar un perfil cercano a la gente.
Yamandú Orsi representa al Frente Amplio y concentra el apoyo de la izquierda, la centroizquierda y votantes desencantados con los últimos años de la administración oficialista. Foto: REUTERS
Yamandú Orsi, exintendente de Canelones, representa al Frente Amplio y concentra el apoyo de la izquierda, la centroizquierda y votantes desencantados con los últimos años de la administración oficialista, marcados por escándalos de corrupción.
Álvaro Delgado, es el hombre fuerte del Partido Nacional y cuenta con el respaldo de la coalición que actualmente gobierna, integrada por cuatro fuerzas políticas: el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido Constitucional Ambientalista. Foto: REUTERS
Álvaro Delgado, por otro lado, es el hombre fuerte del Partido Nacional y cuenta con el respaldo de la coalición que actualmente gobierna, integrada por cuatro fuerzas políticas: el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido Constitucional Ambientalista. Delgado, quien fue secretario de la Presidencia de Lacalle Pou, busca capitalizar la continuidad de un modelo de gestión que, según el oficialismo, ha dado estabilidad al país.
Lo que está en juego
Uruguay se encuentra en un punto crucial: con un Congreso sin mayorías absolutas, el próximo presidente necesitará no solo liderar, sino también negociar. Este escenario refleja la madurez democrática de un país que, más allá de las tensiones y diferencias, mantiene un alto estándar de respeto institucional.
Ahora, solo queda esperar los resultados y el inicio de una nueva etapa para el vecino país. Como bien dijo Mujica, “Uruguay tiene una historia que defender, y eso lo construimos entre todos”.