Chad se sumó de manera oficial a los países africanos del Sahel que manifiestan su rechazo a los acuerdos de cooperación con Francia en materia de defensa y refuerzan los alzamientos en el marco de un nuevo proceso de descolonización.
Los países del centro y oeste africano, con el Sahel como eje, continúan su proceso de revelación ante los europeos.
Chad se sumó de manera oficial a los países africanos del Sahel que manifiestan su rechazo a los acuerdos de cooperación con Francia en materia de defensa y refuerzan los alzamientos en el marco de un nuevo proceso de descolonización.
"El Gobierno de la República del Chad informa al público nacional e internacional de su decisión de poner fin al acuerdo de cooperación en materia de defensa firmado con la República de Francia y revisado el 5 de septiembre de 2019, destinado a reforzar la cooperación en materia de seguridad y defensa entre ambas naciones", indicó un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El país se suma a naciones como Níger, Mali y Burkina Faso, las cuales en medio de las revueltas internas, expulsaron a los diplomáticos y fuerzas francesas, crearon la Confederación de Estados del Sahel y generaron tensiones dentro del continente.
Esta Confederación es un refuerzo de la Alianza de Estados del Sahel (AES), conformadaen principio para construir una alianza militar estratégica para el combate al terrorismo de Al Qaeda e ISIS que opera en la región.
Respecto a la situación puntual chadiana, se comunicó que la decisión fue tomada tras "un profundo análisis" y marca "un hito histórico" para Chad. "En efecto, tras 66 años de la proclamación de la República del Chad, ha llegado el momento de que este país afirme su plena soberanía y redefina sus asociaciones estratégicas en función de las prioridades nacionales", explicó el ministerio.
También aseguraron que pretenden "garantizar una transición armoniosa", prevista por el acuerdo en caso de ruptura, y agradeció a París por la cooperación durante su vigencia. Además se aseguró a la parte francesa que su decisión "no cuestiona en absoluto las relaciones históricas y los lazos de amistad entre ambas naciones", destacando que seguirá manteniendo "relaciones constructivas" con Francia en otros ámbitos de interés común y su país está abierto a "un diálogo constructivo para explorar nuevas formas de asociación".
A través de los medios, en simultáneo se manifestó otro líder de la región: el presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye.
En una entrevista con Le Monde Faye cuestionó la presencia de 350 soldados franceses en su país, considerando que "esto no corresponde a nuestra concepción de soberanía e independencia".
Este último consideró que es "obvio" que los soldados franceses abandonarán Senegal sin fijar un plazo "por el momento".
“Tenemos cooperación con Estados Unidos, China e incluso Turquía sin que estos países tengan una base en nuestro suelo (...) ¿Es Francia capaz de hacer esto? ¿No es porque los franceses están allí desde la época de la esclavitud? que es imposible hacer otra cosa”, juzga el presidente senegalés. Bassirou Diomaye Faye, sin embargo, suavizó que las relaciones con Francia “siguen en buena forma”.
Estos movimientos no son espontáneos, responden a una serie de tirones externos que se suman a la lista de combates “proxy” entre países centrales de la economía occidental ante gigantes como Rusia, Irán y/o China. El interés de agentes externos sobre África, sea por sus recursos y su influencia internacional, sigue afectando al continente.