Gabriel Boric, abogado de 35 años y diputado en segundo periodo por su partido Convergencia Social, fue el abanderado electo del pacto de izquierda Apruebo Dignidad con un 60,4% de las preferencias sobre su contendor, el comunista y alcalde de la comuna santiaguina de Recoleta, Daniel Jadue con un 39,5% de las preferencias.
El exdirigente estudiantil y expresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en 2011, año de álgidas movilizaciones en torno a la educación durante la primera administración del presidente Sebastián Piñera, se convirtió en el representante del pacto Apruebo Dignidad que agrupa al Partido Comunista de Chile y a diversos movimientos sociales y al Frente Amplio.
Tenés que leerChile inaugura la Convención que redactará la nueva Carta MagnaEn la otra vereda, Sebastián Sichel, abogado de 43 años, resultó electo con un 49,08% de las preferencias en el pacto derechista Chile Vamos, que agrupa a los tradicionales partidos de derecha del país, Unión Demócrata Independiente del múltiple y tradicional candidato Joaquín Lavín y a Renovación Nacional, partido del presidente Piñera.
El resultado de este domingo generó un cambio en 180 grados en las expectativas que diversos analistas pronosticaban para la elección de primarias presidenciales, donde los candidatos Daniel Jadue y Joaquín Lavín eran considerados vencedores claros en un sinnúmero de encuestas.
Se espera aún la oficialización o declinación de la candidatura de la también joven demócrata cristiana, Yasna Provoste (51 años), cuya presentación en la papeleta oficial de primera vuelta en noviembre, cambiaría todo tipo de análisis político.
Tras la dictadura, desde 1990 a 2010, Chile fue gobernado ampliamente por la Concertación de Partidos por la Democracia, conglomerado que agrupó desde el Partido Socialista al Partido Demócrata Cristiano. Un pacto más allá de una alianza electoral, que gobernó Chile con nombres como Ricardo Lagos y Michelle Bachelet a la cabeza durante 20 años.
Provoste es la carta más seria de la alicaída y defenestrada ex Concertación, conglomerado que también es sindicado como responsable de los abusos y desigualdad que llevaron al estallido social de 2019, y sus deslegitimados partidos agrupados en el pacto Unidad Constituyente.
La incertidumbre está volcada hacia lo que pasará en el centro político, ya que una posible candidatura de Provoste iría en desmedro de las aspiraciones por conquistar el centro político tanto de Boric como de Sichel. Sichel aterrizó en la interna derechista con un discurso y una biografía, que dejó en claro que no pertenece a los partidos tradicionales. Pero por otro lado necesita los votos de Lavín, los votos UDI.