Chile prohibió pajillas, palillos y cubiertos de plástico en establecimientos expendedores de alimentos, así como botellas plásticas en supermercados, como parte de la primera etapa de la ley que regula esa clase de elementos de un solo uso.
En el país trasandino se utilizan más de 3.400 millones de bolsas de plástico al año, lo que equivale a 200 por persona, según la Asociación de Industrias del Plástico.
Chile prohibió pajillas, palillos y cubiertos de plástico en establecimientos expendedores de alimentos, así como botellas plásticas en supermercados, como parte de la primera etapa de la ley que regula esa clase de elementos de un solo uso.
La normativa se endurecerá en agosto de 2023, cuando será perentorio ofrecer botellas retornables en otros comercios como almacenes y tiendas, mientras que un año después, en agosto de 2024, ningún local de comida podrá usar productos que no sean reutilizables.
El ministro subrogante del Medio Ambiente, Marcelo Fernández, explicó esta semana que ésta es una de las leyes "más ambiciosas del mundo" para combatir la contaminación por el uso indiscriminado de plásticos.
“Es un hito en el cuidado y protección del medio ambiente de Chile. Esta legislación implica un profundo cambio de hábito, tanto para los locales que venden comida como la ciudadanía", aseveró.
Fernández destacó que esta medida permitirá reducir más de 23.000 toneladas de plástico de un solo uso que se generan anualmente en Chile.
Se prohibió también el uso de productos de un solo uso de plumavit (poliestireno), como, por ejemplo, contenedores.
En tanto, para los servicios de entrega a domicilio, desde 2024 sólo se podrán utilizar utensilios y envases de plásticos que estén elaborados a partir de recursos renovables y que puedan ser compostados.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente también precisaron que todas las botellas plásticas desechables de bebidas que se comercialicen en Chile tendrán que ser elaboradas con un porcentaje de plástico recolectado y reciclado en Chile.
Esta medida buscará promover el reciclaje con el fin de enfrentar la contaminación por plásticos, señalaron.
En agosto de 2018 entró en vigor en Chile la ley que prohíbe la entrega de bolsas de plástico en todo el comercio nacional, lo cual posicionó al país sudamericano en la vanguardia del cuidado del ecosistema y el primero en América Latina en normarlo.
En el país trasandino se utilizan más de 3.400 millones de bolsas de plástico al año, lo que equivale a 200 por persona, según la Asociación de Industrias del Plástico. Un 90 por ciento de estos residuos termina en la basura y en los mares, de acuerdo con organizaciones en pro del medioambiente.
Estudios han comprobado que millones de aves mueren al año por la ingesta de plástico y que algunos animales como las tortugas no distinguen entre una bolsa de plástico y una medusa, por lo que este material se convirtió en parte de su cadena alimenticia.
Científicos han evidenciado que el plástico utilizado en envases y bolsas ya es consumido por el ser humano a través de la sal de mesa, además de que sus residuos contaminantes superarían ampliamente la cantidad de peces que hay en el mar para el 2050.