La Convención Constituyente de Chile activó este martes (22.03.2022) el mecanismo que amplía por tres meses el plazo de redacción de la nueva Carta Magna, algo que se daba por hecho, pero que se hizo oficial en esta sesión.
“Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para llegar al 5 de julio con una propuesta de texto constitucional”, dijo María Elisa Quinteros.
La Convención Constituyente de Chile activó este martes (22.03.2022) el mecanismo que amplía por tres meses el plazo de redacción de la nueva Carta Magna, algo que se daba por hecho, pero que se hizo oficial en esta sesión.
Con esta medida, aprobada por mayoría -114 votos a favor, 8 en contra y 25 abstenciones-, el trabajo constitucional se extenderá de nueve meses a un año, con el próximo 5 de julio como fecha de finalización en lugar del 5 de abril.
"Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para llegar al 5 de julio con una propuesta de texto constitucional en forma y fondo (...) Y lo vamos a lograr”, afirmó la presidenta del órgano, María Elisa Quinteros, que presentó la petición al pleno junto al vicepresidente, Gaspar Domínguez.
La aprobación de la prórroga no causó mayores sorpresas, pues anteriores miembros de la mesa directiva ya habían adelantado que esta posibilidad era imperativa para poder cumplir el calendario de trabajo que se estableció en 2021 y muchos constituyentes ya se referían a julio como la fecha final. Según el reglamento, la convención tenía nueve meses para redactar una propuesta de ley fundamental, con derecho a una sola prórroga de tres meses.
Chile comenzó en 2020 a redactar una nueva Constitución, un proceso que nació como vía política para desarticular la ola de masivas protestas en 2019 y que dejó una treintena de decesos, miles de personas heridas y removió los cimientos de Chile, uno de los países más estables de América Latina.
La Convención, de tendencia progresista y con un gran número de personas independientes, tiene la tarea de redactar la primera Carta Magna que emana de un proceso plenamente democrático en la historia del país. En caso de aprobarse en un plebiscito de salida, previsiblemente este año, el texto sustituiría a la Constitución actual, heredada del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) y considerada por muchos como el origen de las grandes desigualdades del país.