China confinó este martes a los residentes de una tercera ciudad mientras el país combate varios brotes de covid-19 en el segundo aniversario de la primera muerte registrada por la pandemia.
Ya son tres las ciudades confinadas desde fines de diciembre. Extreman las restricciones para los Juegos Olímpicos de febrero en Beijing.
China confinó este martes a los residentes de una tercera ciudad mientras el país combate varios brotes de covid-19 en el segundo aniversario de la primera muerte registrada por la pandemia.
Así, ya hay unos 20 millones de personas en cuarentena en el país, cuando faltan pocas semanas para el inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno.
Desde ese 11 de enero de 2020, cuando esa enfermedad todavía no tenía un nombre específico, el covid-19 ya dejó casi 5,5 millones de muertos en el mundo, que recupera restricciones para frenar el avance de la nueva variante ómicron.
En China, que había controlado el foco inicial en Wuhan con una mezcla de confinamientos, cierre de fronteras y tests masivos, la propagación de nuevos brotes llevó a las autoridades a retomar medidas estrictas.
Las autoridades de la ciudad de Anyang, en la provincia central de Henan, ordenaron el lunes por la noche a sus cinco millones de habitantes permanecer en casa y no circular en vehículos particulares, indicó la agencia oficial Xinhua.
Se suman así al millón de personas confinadas desde la semana pasada en Yuzhou, en la misma provincia, y a los 13 millones de habitantes de la ciudad histórica de Xi'an, que entró en su tercera semana de encierro.
Además, se impusieron restricciones en la ciudad portuaria de Tianjin, a apenas una hora de la capital, Beijing, donde el 4 de febrero arrancarán los Juegos Olímpicos de Invierno.
Huang Chun, funcionario de los Juegos responsable del control de enfermedades, señaló que los organizadores cuentan con la cooperación de deportistas y autoridades para evitar un brote que pudiese afectar a la participación.
"Si se produce una transmisión masiva, afectará seguro a los Juegos y a su calendario", afirmó Huang. "El peor escenario, si ocurre, es independiente de la voluntad del hombre, así que dejamos nuestras opciones abiertas", advirtió.
Tolerancia cero
China registró el martes de 110 nuevos casos locales de coronavirus, una cifra ínfima comparada con los cientos de miles que emergen a diario en países como Estados Unidos y varios en Europa.
Pero la estrategia en China es de prudencia máxima, especialmente en la antesala de los Juegos de Beijing, que empiezan en febrero con estrictos protocolos sanitarios.
El confinamiento de Anyang se produjo tras la confirmación de dos casos de la variante ómicron el lunes, que se cree que están ligados con otros dos detectados el sábado en la ciudad de Tianjin.
Esta parece ser la primera vez que la nueva variante del coronavirus se propaga en China más allá de en viajeros procedentes del extranjero y sus contactos estrechos.
Los residentes no pueden salir de sus casas, los vehículos no esenciales no pueden circular y se ordenó el cierre de los comercios, a excepción de los que venden bienes de primera necesidad, de acuerdo con el aviso municipal publicado por los medios estatales el lunes en la noche.
Xi'an y Yuzhou tienen brotes de la variante delta y ninguna reportó casos de ómicron. Alrededor de 2.000 personas se han contagiado en Xi'an, una antigua capital que alberga a los legendarios Guerreros de Terracota, en el que es, con mucho, el mayor foco registrado en el país en los últimos meses.
La ciudad semiautónoma de Hong Kong, que sigue el mismo enfoque, anunció el martes el cierre de la educación preescolar y primaria hasta principios de febrero.
Por su parte, Japón prolongó hasta finales de febrero las duras restricciones fronterizas que impiden casi todas las llegadas del extranjero y anunció la reapertura de centros masivos de vacunación ante un repunte de casos vinculado a ómicron.