Miércoles 20.1.2021
/Última actualización 22:06
Poco después de que el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asumiera el cargo, China anunció hoy sanciones contra más de dos docenas de funcionarios del Gobierno del expresidente Donald Trump, incluido el ahora exsecretario de Estado Mike Pompeo, por violar su "soberanía".
"China decidió sancionar a 28 personas que violaron seriamente la soberanía de China", informó la Cancillería china y explicó que a esos ciudadanos estadounidenses y sus familiares directos tendrán prohibida la entrada a China, incluidos los territorios semiautónomos de Hong Kong y la Región Administrativa Especial de Macao.
Las personas en la lista de sanciones y sus empresas afiliadas también tienen prohibido hacer negocios en China, informó la agencia de noticias Sputnik.
Entre los acusados del Gobierno de Trump se encuentran el secretario de Estado Mike Pompeo, el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton y su sucesor Robert O'Brien, el ex estratega jefe de la Casa Blanca Stephen Bannon y el director de la Oficina de Comercio y Política de Fabricación Peter Navarro.
Beijing acusó a los “políticos anti-China” de ejecutar una "serie de acciones locas" que socavaron gravemente los intereses del país y las relaciones bilaterales con Estados Unidos.
El Gobierno chino también impuso sanciones al exasesor adjunto de Seguridad Nacional Matthew Pottinger, el subsecretario de Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, David Stilwell, el secretario de Salud y Servicios Humanos Alex Azar, y el enviado de la ONU Kelly Craft.
Según Sputnik, la Cancillería china explicó que todos estos exfuncionarios, que participaron en la implementación de la política de Trump con China, actuaron sin tener en cuenta los intereses de los pueblos chino y estadounidense mientras perseguían sus "intereses políticos egoístas, prejuicios y odio" contra Beijing.
Desde el primer día de su Gobierno, Trump eligió a China como su enemigo número uno.
En su segundo año de mandato inició una costosa guerra comercial con Beijing y trató de negociar nuevas condiciones comerciales con la potencia asiática. Cuando la presión comercial no surtió efectos, pasó a imponer una serie de sanciones políticas y financieras contra funcionarios chinos y sus empresas emblema.
Tomó medidas enérgicas contra los gigantes tecnológicos chinos, especialmente Huawei, durante la mayor parte del mandato de Trump, despojándolos del acceso al mercado estadounidense y a algunas tecnologías estadounidenses.
Varios de los dirigentes nominados del flamante presidente Biden para formar parte de su gabinete ya adelantaron que planear mantener la presión sobre China, aunque también se mostraron abiertos a cooperar en áreas no conflictivas, por ejemplo, la lucha contra el cambio climático.