El Litoral
Rusia y China reaccionaron este jueves con escepticismo ante las exigencias de Estados Unidos de aumentar las sanciones contra Corea del Norte como forma de presión para que abandone su programa armamentístico.
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DPA
Estados Unidos pidió a China que deje de entregar petróleo a su vecino, a lo que el portavoz del Ministerio de Exteriores Geng Shuang respondió este jueves en Pekín que su país ya ha hecho todo lo necesario para aplicar las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Hay que encontrar una solución al conflicto mediante "la negociación y el diálogo", aseguró Geng. Una intervención militar no es tampoco una opción, dijo.
China redujo sus envíos de petróleo a Corea del Norte en octubre de acuerdo a lo decidido en el Consejo de Seguridad, pero no las canceló por completo.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, se manifestó de manera similar. El proceso de sanciones está agotado, afirmó durante una visita en Minsk.
"Tenemos una actitud negativa. Ya hemos dicho más de una vez que la presión de las sanciones se agotó por sí sola", señaló Lavrov en declaraciones citadas por la agencia TASS.
También dio a entender que la dura posición de Estados Unidos podría haber provocado los últimos actos hostiles de Pyongyang, como el lanzamiento de misiles y el ensayo nuclear de septiembre.
"Parece que hubiesen hecho todo a propósito para que [el líder norcoreano] Kim Jong-un pierda el control y haga otro movimiento desesperado", dijo. Si los estadounidenses "quieren destruir Corea del Norte, deberían decirlo abiertamente y la cúpula estadounidense debería confirmarlo. Entonces nosotros decidiríamos cómo responder".
El Consejo de Seguridad ha aprobado ya numerosas sanciones contra Corea del Norte después de sus pruebas de misiles y nucleares, sin que mostraran hasta ahora ningún efecto. Rusia y China son los países que tienen mayor influencia sobre la cúpula de Pyongyang.
El miércoles, después de que Corea del Norte lanzara un misil balístico con alcance intercontinental, la embajadora de Estados Unidos ante de la ONU, Nikki Haley, dijo que el mundo tiene que iniciar una etapa de reflexión sobre el tema.
En una reunión del Consejo de Seguridad añadió que el presidente Donald Trump le pidió a China que deje de enviar petróleo a Corea del Norte. "Esto sería un paso clave en los esfuerzos del mundo para parar a este paria internacional", afirmó. "China puede hacerlo por sí misma o nosotros podemos tomar en nuestras manos el tema del petróleo".
En la ONU, Haley dijo que su país nunca buscó entrar en conflicto con Corea del Norte pero que "el dictador norcoreano tomó ayer una decisión que acerca el mundo más a una guerra". "Y si llega la guerra, no se equivoquen, el régimen norcoreano será totalmente destruido", añadió.
El consumo diario de crudo de Corea del Norte es un quinto de lo que era en 1991, según la Administración de Información sobre Energía de Estados Unidos. Con 16.000 barriles al día en 2016, el empobrecido país consume 173 veces menos que Corea del Sur.
China exporta a su vecino en torno a 500.000 toneladas de petróleo al año, en su mayor parte a través de un oleoducto transfronterizo que llega a una refinería norcoreana en Sinuiju.
El Departamento de Estado también instó a los países que aún tienen relaciones con el país estalinista a retirar a sus embajadores.
Desde que llegó al poder en enero, Trump ha presionado constantemente a China para que use su influencia política y económica para obligar a Pyongyang a ceder.