“Beijing entró en un periodo extraordinario. Pueblos y comunidades residenciales deben trabajar rápidamente, en estado de guerra, para prevenir la transmisión del virus en la capital”, afirmó en rueda de prensa el funcionario municipal Xu Ying.
“Beijing entró en un periodo extraordinario. Pueblos y comunidades residenciales deben trabajar rápidamente, en estado de guerra, para prevenir la transmisión del virus en la capital”, afirmó en rueda de prensa el funcionario municipal Xu Ying.
Añadió que más de 100.000 trabajadores están ya supervisando 7.120 comunidades de vecinos para evitar una propagación masiva de la Covid-19 entre la población, recoge el rotativo Global Times.
Las autoridades sanitarias pequinesas informaron ayer lunes sobre 36 nuevos casos confirmados el domingo en la ciudad, que está realizando pruebas de ácido nucleico a todo aquel que haya tenido contacto con el gran mercado de alimentos frescos de Xinfadi, epicentro del nuevo brote que cerró sus puertas el sábado pasado.
No obstante, la magnitud del establecimiento, que ocupa una superficie de 112 hectáreas, y tiene 1.500 empleados y más de 4.000 titulares de puestos de venta, y los registros de nuevos casos preocupan por la posibilidad que haya un contagio descontrolado.
Por ello, el gobierno de la capital china dispuso la activación de 193 centros para testear a todas las personas vinculadas al mercado, trabajadores o visitantes, que deben hacerse una prueba de coronavirus.
Hasta el momento se han realizado 200.000 pruebas y sólo el domingo se hicieron test a 76.499 personas, de las cuales 59 dieron positivo por coronavirus, contabilizó hoy Gao Xiaojun, portavoz de la comisión municipal de salud.
El rebrote se produjo una semana después de que la capital china rebajara su nivel de emergencia sanitaria el 6 de junio e hizo sonar las alarmas, por lo que las autoridades pidieron a los hospitales que realicen pruebas de ácido nucleico, test de anticuerpos, tomografías y análisis de sangre a todos los pacientes que lleguen con fiebre.
El origen del foco todavía no está claro, y hasta ahora sólo trascendió que el virus fue detectado en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor de salmón importado.
Vino de Europa
El epidemiólogo Yan Peng aseguró a la cadena CCTV que, según una investigación preliminar, “la secuencia del genoma muestra que el virus fue importado desde Europa”, pero puntualizó que “los científicos necesitan tiempo para esclarecer cómo empezó la cadena de infecciones”.
Otro experto consultados por la prensa china advirtió que, teniendo en cuenta la gran afluencia de personas que transitaban a diario por el mercado, será muy difícil rastrear a todas las personas que hayan tenido algún contacto con infectados.
“Es demasiado pronto para juzgar la magnitud de este brote porque la fuente de infecciones sigue siendo desconocida. El número de casos confirmados en las próximas dos semanas indicará si el brote desencadena o no una segunda oleada de contagios en China”, comentó al rotativo Global Times el experto Wang Guangfa del Primer Hospital de la Universidad de Beijing.
Wang apuntó que, si el número de nuevos casos confirmados diarios sigue al alza en la próxima semana, el gobierno de la capital china deberá tomar medidas aún más fuertes para evitar una propagación masiva, pero añadió que el brote se produce en un momento en que China ya tiene experiencia para hacer frente al virus.
La crisis en la capital derivó ya en la expulsión de al menos cinco funcionarios, entre ellos el secretario del Partido Comunista de China (PCCh) en Huaxiang, perteneciente a Fengtai, y Zhang Yuelin, gerente del mercado mayorista de Xinfadi.
India sumó más de 11.500 nuevos contagios
Las autoridades de India informaron que en las últimas 24 horas registraron unos 11.500 casos de coronavirus, lo que eleva el balance provisional de personas contagiadas por encima de las 332.000, mientras que los fallecidos sumaron 325 personas, con lo que el total es de 9.520 decesos.
Los datos difundidos por el Ministerio de Sanidad precisan que India tiene ya 332.424 infectados, 11.502 más que el domingo, lo que mantiene al país como el cuarto con más infectados a nivel global, detrás de Estados Unidos, Brasil y Rusia, según informó la cadena de televisión NDTV, citada por Europa Press.
El estado de Maharashtra sigue siendo el más afectado, con casi 108.000 casos. La capital de India, Bombay, corazón financiero del país, reanudó este lunes algunos trenes locales para permitir el traslado de los trabajadores esenciales, en un intento por reducir las aglomeraciones en autobuses y calles.
Las autoridades observan de cerca también la evolución de la pandemia en Nueva Delhi, donde se han registrado por ahora más de 41.000 casos y 1.327 fallecidos por Covid-19.
El ministro principal de la zona, Arvind Kejriwal, afirmó que pese al repunte de contagios “no hay planes” de imponer un nuevo confinamiento.
El Gobierno de Narendra Modi decretó en marzo el mayor confinamiento de todo el mundo, al afectar a los 1.300 millones de habitantes de India. En las últimas semanas, sin embargo, se fueron relajado diferentes restricciones y se autorizó el retorno de los trabajadores migrantes que habían quedado atrapados tras la suspensión masiva de actividades.
Pedido de la ONU a las empresas
La ONU urgió al sector empresarial a ayudar a reconstruir un mundo mejor después de la pandemia del coronavirus, con acciones urgentes en el cambio climático, el desarrollo sostenible y la lucha contra la desigualdad, asegurando que “si no podemos hacer que la globalización funcione para todos, no funcionará para nadie”.
“Ahora más que nunca, cuando se toman grandes decisiones sobre nuestro futuro, las compañías tienen que abordar riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza de una forma integral e ir más allá de la normalidad”, aseguró António Guterres, secretario general de la ONU, en el discurso de apertura de la cumbre del Pacto Global de Naciones Unidas.
El encuentro se desarrollará durante más de 24 horas a través de Internet a causa del coronavirus, que ya alcanzó los 7.805.148 casos y 431.192 muertos en todo el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque para la Universidad estadounidense Johns Hopkins los números son un poco más elevados, 7.945.479 y 434.081 respectivamente.
Según Guterres, la pandemia dejó clara la desigualdad en el mundo y amplificó los problemas preexistentes, a lo que se le suma la crisis climática y “el tejido social fracturándose en muchos lugares”, consignó la agencia de noticias EFE.