Científicos de universidades de Estados Unidos lograron erradicar la metástasis en ratones y perros, a través de la aplicación de dosis bajas de radiación que activan el sistema inmunitario para que “mate” los tumores.
El logro fue realizado por científicos de las facultades de Medicina de la Universidad de Pittsburgh y de la Universidad de Wisconsin-Madison.
Científicos de universidades de Estados Unidos lograron erradicar la metástasis en ratones y perros, a través de la aplicación de dosis bajas de radiación que activan el sistema inmunitario para que “mate” los tumores.
De esta manera, se abre una nueva esperanza en torno a la cura de ciertos tipos de cáncer.
La investigación la está llevando adelante un equipo de científicos de las facultades de Medicina de la Universidad de Pittsburgh y de la Universidad de Wisconsin-Madison, en EEUU, que publicó el trabajo en Science Translational Medicine.
Según la publicación del mencionado sitio, los científicos “combinaron TRT (terapia con radionúclidos dirigida) con radioterapia de haz externo para aumentar la respuesta a las ICI (inhibidores de puntos de control inmunitarios) en ratones con múltiples tumores y confirmaron la seguridad de TRT en dos compañeros caninos con cáncer”.
Y agrega: “Aproximadamente la mitad de los ratones portadores de tumores resistentes a ICI demostraron una respuesta completa a la TRT, y la combinación de TRT con ICI redujo las metástasis”.
Patel y el autor principal, el doctor Zachary Morris, profesor asociado de oncología humana en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin, y sus colegas diseñaron un estudio para administrar a ratones con cánceres metastásicos inmunológicamente fríos dosis variables de terapia de radionúclidos dirigida junto con la inmunoterapia.
"Dado que la radiación de una terapia dirigida con radionúclidos, si se administra a una dosis demasiado alta o en el momento equivocado, podría matar o dañar las células inmunitarias infiltradas en el tumor que, en última instancia, queremos que destruyan estos tumores, era fundamental diseñar estos estudios con un conocimiento preciso de la dosis de radioterapia y del tiempo durante el cual ésta se emitiría en el tumor", explica Morris.
Para ello, Patel y Morris colaboraron estrechamente con un equipo de físicos médicos dirigido por el doctor Bryan Bednarz, profesor de física médica en la Universidad de Wisconsin-Madison. Al obtener imágenes en serie de la radiación emitida por una terapia de radionúclidos dirigida, este grupo pudo determinar la cantidad y el momento en que se administraría la radiación a un tumor y a otros tejidos normales.
Para su sorpresa, los ratones a los que se les administraron dosis demasiado bajas para matar el cáncer cuando se administraron solas fueron los que se curaron de estos cánceres cuando se administraron junto con la inmunoterapia. Según Patel, en lugar de destruir los tumores, las dosis bajas de radiación "estresaban las células del tumor", estimulando el tipo de respuesta que el sistema inmunitario suele producir ante una infección.
Impulsadas por la inmunoterapia, las células inmunitarias atacaron las células cancerosas que habían sido dañadas por la radioterapia. Además, cuando se reintrodujeron células tumorales en los ratones curados por la terapia combinada, éstos las combatieron rápidamente y no volvieron a desarrollar el cáncer.
"El tratamiento con dosis bajas de radioterapia e inmunoterapia erradicó su cáncer, y también actuó como una especie de vacuna anticancerígena, impidiendo que los ratones volvieran a padecer este tipo de cáncer", apunta Patel.
Además de los estudios con ratones, los médicos-científicos colaboraron con el doctor David Vail, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Wisconsin, y probaron la combinación de radioterapia dirigida e inmunoterapia como tratamiento en perros domésticos que padecían un cáncer metastásico natural. Los perros toleraron bien esta combinación de tratamiento, sin efectos secundarios tóxicos.
En ambos estudios con animales, los investigadores utilizaron un agente novedoso que puede dirigirse a casi cualquier tipo de cáncer, incluidos los tumores en cualquier lugar del cuerpo. Este agente fue desarrollado por uno de los coautores, el doctor Jamey Weichert, profesor de radiología de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin, en colaboración con el coautor Reinier Hernández, profesor adjunto de física médica de la Universidad de Wisconsin-Madison.
Una empresa emergente con sede en Madison, Archeus Technologies, está completando ahora los estudios necesarios para solicitar la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para empezar a probar este agente en ensayos clínicos con humanos. "Se necesitan ensayos clínicos en humanos para que nuestro hallazgo se convierta en un nuevo estándar de atención”, reconoce Patel. “Mientras tanto, el concepto de este enfoque puede probarse en humanos ahora, utilizando radioterapias aprobadas diseñadas para atacar tipos específicos de cáncer" cerró.