Colombia: un coronel denunció que su exjefe le ordenó cometer "falsos positivos"
Los señalamientos se dan luego que un militar de alto rango compareciera ante la Justicia Especial para la Paz por las ejecuciones de civiles que luego eran presentados como guerrilleros muertos en combate.
Colombia: un coronel denunció que su exjefe le ordenó cometer "falsos positivos"
Jueves 20.2.2020
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Última actualización 18:41
El coronel del Ejército colombiano Álvaro Amórtegui Gallego dijo este miércoles (19.02.2020) que cuando estuvo bajo el mando del general Mario Montoya -en 2001- recibió la orden de matar a 17 civiles capturados en una operación, para luego hacerles pasar como supuestos rebeldes muertos en enfrentamientos o "falsos positivos”.
Según Amórtegui, esto sucedió cuando él regresó a Colombia luego de formar parte en una misión de paz como parte de la Fuerza Multinacional y de Observadores (MFO). "Yo llego del Sinaí en 2001. En la primera operación que yo hago, capturo a 17 tipos en una casa. Él (Montoya) me llama al celular y me dice ya le mando los brazaletes y le digo aquí no me mandan brazaletes, aquí no me mandan a nadie. Esos manes (hombres) yo los capturé vivos y vivos se quedan", relató el coronel a Caracol Radio.
El militar aseguró a los periodistas que el general Montoya -que fue comandante del Ejército colombiano entre 2006 y 2008- le envió "brazaletes de las FARC” para que se los colocara y "los matara, que más quiere (que le explique), que más me estaba indicando”.
Montoya ante la Justicia
Las declaraciones de Amórtegui se dan luego que Montoya - que fue comandante del Ejército durante los años más duros de los llamados "falsos positivos"- declaró por primera vez ante la Justicia Especial para la Paz (JEP), comparecencia calificada por las víctimas como "una burla" por su falta de respuestas.
Montoya, que dirigió las Fuerzas Armadas durante la Presidencia de Álvaro Uribe, es el militar de más alto rango que rinde su versión ante este tribunal por las ejecuciones de civiles que luego eran presentados como guerrilleros muertos en combate. La Fiscalía colombiana ha investigado cerca de 5.000 de estos casos que implican a unos 1.500 militares y que fueron cometidos entre 1988 y 2014.