Miércoles 20.11.2019
/Última actualización 19:00
Colombia revivió esta semana el fantasma de las brigadas de autodefensa, luego que referentes de la ultraderecha crearan grupos de "antidisturbios" de cara al paro nacional de este jueves, una iniciativa que generó controversia y fue rechazada por el presidente Iván Duque.
La polémica creación de la llamada Resistencia Civil Antidisturbios (RCA) en Medellín fue anunciada en Twitter por el abogado ultraderechista Jaime Restrepo, quien defendió la medida para evitar que "hordas vandálicas" destruyan la ciudad, tal como ocurre en Chile.
"No vamos a tolerar que organizaciones criminales de la izquierda vengan a sembrar la anarquía y la destrucción", advirtió el letrado, también conocido como "El Patriota", en un video donde aparece junto a ex militares y radicales de la ultraderecha.
Viralizada en las redes sociales, la grabación generó controversia y alimentó el clima de tensión que vive Colombia desde el anuncio de la huelga.
Este ambiente fue enrarecido por el propio gobierno que criticó los motivos de la protesta y multiplicó las advertencias ante supuestas amenazas de actos violentos.
"El estado de derecho tiene que ser siempre implacable con quienes quieran apoyar la violencia o a la transgresión de la ley para pretender doblegar las instituciones", exhortó Duque en un acto público.
Estos llamamientos gubernamentales fueron criticados por opositores y organizaciones sociales, al considerar que incitan al miedo sobre supuestos actos vandálicos y son caldo de cultivo para los grupos de "antidisturbios".
Un día después del surgimiento de RCA en Medellín, en la capital del país se creó "Defendamos Bogotá", con el objetivo de proteger "la vida, la libertad y la propiedad privada", según señalaron en su cuenta de Twitter.
Ante el temor de un efecto dominó, el mandatario colombiano rechazó este fin de semana la existencia de estos grupos y recordó que son la policía y los militares los únicos garantes del orden público.
"Son estas Fuerzas las que deben garantizar la protesta pacífica (...) y tampoco pretendan algunos usurparle las acciones que solo le corresponden a la fuerza pública", insistió.
Más tajante fue el comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, el general Eliécer Camacho Jiménez, quien aseguró que quienes hagan actividades fuera de las normas y sean tipificadas como delitos deberán ser judicializados.
"Nosotros hacemos un llamado a toda la comunidad para que se acompañen de las autoridades, pues para eso estamos nosotros", opinó el oficial, citado por la emisora RCN Radio.
Las autoridades no tardaron en desmarcarse y condenar la existencia de este tipo de grupos que en Colombia remiten a las llamadas "autodefensas", asociadas a una de las épocas más oscuras de la historia reciente del país.
Surgidas como brigadas de defensa de extrema derecha para apoyar al Ejército en su lucha contra la guerrilla en los años 70, con los años estas formaciones paramilitares pasaron a ser actores armados independientes.
Financiados por terranientes y narcotraficantes y legitimados por el propio Estado, las autodefensas trabajaron codo a codo con mafias de la droga y cometieron masacres contra la población civil, principalmente durante la década del 90.
Finalmente, entre 2004 y 2006, el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe gestionó un proceso de desmovilización de los paramilitares, que no estuvo exento de polémica dado el trato favorable que estos recibieron.
Con información de Télam.