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Una ex asistente de Bill Cosby declaró hoy como testigo en el primer día del juicio contra el comediante estadounidense por acusaciones de abuso sexual y rompió a llorar hacia el final de su testimonio.
‘Tenía muchísimo respeto y admiración en base a lo que millones de americanos, sobre todo afroamericanos, pensábamos de él‘, dijo Kelly Johnson, que trabajó en los años 90 como asistente en la agencia de Cosby en Los Angeles. Sin embargo, la mujer, también afroamericana, contó que sus intentos de acercamiento y los llamados constantes a su casa le resultaron desagradables.
El juicio arrancó hoy en Norristown, en el estado de Pennsylvania, Estados Unidos, tras meses de retraso debido a la saturada agenda de su principal abogado. El caso por el que es enjuiciado el comediante se remonta a enero de 2004, cuando presuntamente Cosby administró unas pastillas a una empleada de la Universidad Temple de Filadelfia llamada Andrea Constand y después abusó de ella en su casa.
La fiscalía acusa al protagonista de ‘The Cosby Show‘ de triple acoso sexual agravado: primero, por la administración de pastillas; segundo, porque Constand quedó supuestamente inconsciente y tercero, porque las relaciones sexuales se mantuvieron al parecer sin el consentimiento de la mujer.
De traje negro y apoyándose en un bastón, el acusado se acercó al Palacio de Justicia de Norristown con pasos lentos y sin dejar de sonreír. Iba del brazo de un asistente y la actriz Keisha Knight Pulliam, que interpretaba a su hija Rudy en su éxito televisivo ‘The Cosby Show‘ de los años 80 y 90.
Con la voz temblorosa, Johnson describió una situación similar a la que habría vivido supuestamente Constand. Johnson contó como una noche Cosby le ofreció en un hotel una ‘pastilla grande, blanca‘ para ‘relajarse‘. ‘Yo tenía muchísimo miedo, estaba muy nerviosa‘, recordó. Quiso esconder la pastilla bajo su lengua y escupirla en el baño, pero Cosby hizo que la tragara. Cuando fue al baño vio en el lavabo un montón de frascos con pastillas de venta bajo receta. Se sintió ‘como bajo el agua‘ y luego sufrió un blackout.
Recién volvió en sí en el cuarto, sobre la cama. ‘Tenía el vestido subido desde abajo y corrido hacia abajo desde arriba, mi pecho estaba descubierto y me sentí muy desnuda‘, dijo. Cuando tuvo que contar cómo Cosby se masturbó al parecer con su mano, Johnson se puso a llorar.
Según ‘The Washington Post‘, Cosby se enfrenta a una pena máxima de 20 años de cárcel. Debido a su avanzada edad (79 años) y a que el caso se remonta a hace 13 y, por tanto, los hechos casi han prescrito, el tribunal podría dictar una sentencia mucho menor.
A Cosby podrían pesarle sus declaraciones durante el proceso civil sobre el mismo caso que ambas partes zanjaron extrajudicialmente en 2006. En aquel entonces, reconoció haber adquirido un fuerte tranquilizante para administrárselo a las mujeres con las que quería mantener relaciones sexuales.
En total, al menos 60 mujeres han acusado a Cosby de abuso sexual, pero esas acusaciones no son parte del proceso actual.
Con respecto específicamente a Constand, él asegura que su contacto sexual fue de común acuerdo, pero reconoció que antes le suministró un antialérgico en forma de pastillas.
‘La confianza, la traición y la imposibilidad de llegar a un acuerdo. De eso se trata este caso‘, dijo el fiscal Kristen Feden en su declaración de apertura.
‘Este caso es sobre un hombre que utiliza el poder de su fama y se vale de métodos previamente practicados para divertirse sexualmente con una mujer joven en un estado de incapacidad‘, añadió.
‘No hay dudas de que le dio la pastilla. No hay dudas de que tuvo contacto sexual con ella después de que ella tomara la píldora‘, añadió la fiscal, que describió a Cosby como una estrella de la TV que aprovechó su fama en la Universidad Temple para acceder a las mujeres. ‘Cosby era una leyenda en la Temple‘, donde estudió en los años 60. También Constand admiraba al comediante. ‘Creía en su amistad sincera, su honorable ejemplo, pero se equivocó‘, señaló.
‘Después de que Andrea tomó esas pastillas, comenzó a sentirse mareada y mal. Él la ayudó a llegar al sillón, la acostó. Mientras ella perdía y recuperaba la conciencia fue testigo cómo su cuerpo era usado para su satisfacción sexual‘, dijo Feden.
No obstante, a favor del comediante figura el hecho de que Constand probablemente no puede aportar pruebas de sus acusaciones, las cuales tampoco pueden ser demostradas por un médico.
Se estima que el juicio durará entre dos y tres semanas. El jurado está integrado por siete hombres y cinco mujeres.
El abogado del actor, Brian McMonagle, describió a Cosby como un comediante muy querido que hizo reír a muchas personas con sus gags. ‘Probablemente ven (en Cosby) a un comediante brillante que nos hizo sonreír cuando quizá era difícil sonreír. Alguien que llegó a lo más alto y que sufrió una tragedia personal insoportable‘.
Además, recordó que la querellante hizo declaraciones contradictorias a la policía, a la que presentó la denuncia recién un año después de los hechos. Es así como habría dicho a los investigadores que no volvió a contactar a Cosby desde aquella noche en enero de 2004, aunque lo llamó más de 50 veces. En parte, los dos hablaron 30 o 40 minutos entre ellos.
Debido a la falta de pruebas materiales del caso que se remonta 13 años atrás, los puntos altos del juicio podrían ser las declaraciones de Constand y el interrogatorio de los abogados de Cosby a ella.