El Litoral
Se trata del primer juicio que se ha puesto en marcha como consecuencia de las investigaciones sobre la supuesta intromisión de Rusia en el proceso electoral estadounidense de 2016, aunque esta causa no está relacionada directamente con el núcleo de las pesquisas.
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Durante casi dos meses, Paul Manafort dirigió la campaña electoral de Donald Trump. Ya entonces era una figura controvertida. A partir de este martes, Manafort, de 69 años, tiene que rendir cuentas ante un tribunal en Alexandria, cerca de Washington.
Se trata del primer juicio que se ha puesto en marcha como consecuencia de las investigaciones sobre las supuesta intromisión de Rusia en el proceso electoral estadounidense de 2016, aunque esta causa no está relacionada directamente con el núcleo de las pesquisas. Aun así, es probable que para el presidente Trump el proceso le recuerde que el affaire aún está lejos de terminar.
¿Quién es Paul Manafort ?
Manafort trabajó durante décadas como lobbista y asesor político, una labor que no le mereció una buena reputación ni mucho menos. Entre sus clientes había dictadores y regímenes de África, Asia y América Latina. En la mayoría de los casos estaba en juego mucho dinero. Manafort trabajó durante varios años como lobbista para el entonces presidente ucraniano Viktor Yanukovich, prorruso.
En marzo de 2016, Trump incorporó a Manafort a su equipo de campaña y en junio lo nombró jefe del equipo. Sin embargo, ya en agosto Manafort se vio obligado a renunciar debido a su supuesta implicación en transacciones dudosas en Ucrania.
¿Por qué Manafort es una figura clave en la trama rusa?
Ya durante la campaña electoral, sus posibles vínculos con Rusia habían llamado la atención. Manafort había trabajado durante varios años para un político ucraniano prorruso. Más tarde, la atención se centró también en sus relaciones con el oligarca ruso Oleg Deripaska, que mantiene nexos con el Kremlin. Según se desprende de documentos jurídicos, Deripaska prestó a Manafort diez millones de dólares (unos 8,6 millones de euros).
Los documentos también demuestran que los investigadores también estaban interesados en el papel que desempeñó Manafort durante un encuentro con una abogada rusa en la Torre Trump en junio de 2016. El hijo mayor de Trump, Donald Junior, había dado luz verde a esta reunión después de que le ofrecieran información comprometedora sobre la rival de su padre en la carrera presidencial, Hillary Clinton.
¿De qué se trata en el juicio?
Las acusaciones no están directamente relacionadas con la trama rusa que salpica a Trump. Las investigaciones que dirige el fiscal especial Robert Mueller intentan aclarar básicamente si durante la campaña electoral de 2016 existió un pacto secreto entre el equipo de Trump y Rusia para beneficiar al magnate republicano. En este contexto, los investigadores comenzaron a examinar de cerca los negocios de Manafort en Ucrania.
La acusación gira en torno al lobbismo de la firma de Manafort. En el juicio que empieza ahora, el ex banquero tiene que defenderse de las acusaciones de fraude fiscal y estafa bancaria. En otro juicio, que comenzará en septiembre en Washington, se les acusa de lavado de dinero, falso testimonio y conspiración criminal, entre otros cargos. Manafort se ha declarado inocente.
¿Puede Manafort llegar a ser un peligro para Trump?
Aún es imposible saberlo. Durante varios meses, Manafort formó parte del equipo de campaña de Trump. Por tanto, es de suponer que cuenta con informaciones confidenciales que al presidente no le gustaría que fuesen difundidas. Trump ha tomado distancia de su ex asesor. El presidente argumenta que las acusaciones corresponden a una época en la que Manafort aún no era miembro de su equipo y que este trabajó poco tiempo para él.
¿Qué va a pasar el martes?
El martes comienza primera la elección de los miembros del jurado. Este proceso puede prolongarse. En juicios grandes como este, los miembros del jurado son sometidos a un riguroso escrutinio a fin de excluir cualquier forma de parcialidad. Antes de comenzar el juicio, los abogados de Manafort intentaron conseguir el derecho de preguntar a los potenciales jurados si habían votado en las presidenciales y por quién. El juez T.S. Ellis rechazó esta demanda.
Con información de dpa.