Jueves 23.3.2023
/Última actualización 11:07
Alguna vez los hombres galopaban a caballo como estafetas. En otro momento usaron palomas. Lograron la radio y llegó la telefonía. A veces eso quedaba obsoleto por la guerra informática y se volvía a los métodos arcaicos. Esto último parece ser cada vez más difícil a partir de la experiencia ucraniana y la evolución de la era digital. Durante la recorrida de El Litoral en la primera línea, pero también en grandes ciudades, la conexión era prácticamente normal, con el apoyo de diversos medios para que eso sea posible. Las comunicaciones satelitales, internet y un rol clave para mantener a un país interactuando con el resto del mundo.
Cuando Rusia invadió Ucrania todos esperaban que lo que ocurre dentro de sus fronteras sea hermético. Los primeros ataques daban cuenta de que esa intención alguna vez existió: diversas antenas de comunicación fueron alcanzadas por misiles. En paralelo, Rusia buscaba extender su forma de control de ellas con un gobierno que maneja la mayoría del flujo de información. Por otro lado, Ucrania intentaba mantenerse conectada para tener, con material audiovisual de apoyo, argumentos para posicionarse primera en la guerra que mejor maneja al día de hoy: la discursiva.
Al margen de lo imprescindible para su tren de combate, la cadena logística y la vida cotidiana, Ucrania necesitaba poder estar comunicada para mostrarle al mundo “los horrores de la invasión rusa” y tomar la postura, al menos de cara a Occidente, de una víctima sin consideraciones por parte de un enemigo sin escrúpulos. La rápida reacción de Elon Musk permitió que eso esté asegurado y así, directamente, dejar sin ánimos al Kremlin de intentar aislar el país atacado.
Ucrania intentaba mantenerse conectada para tener material audiovisual de apoyoMarcos Mansueti, especialista en seguridad informática, apunta que “el creador de SpaceX (cohetes espaciales) y Tesla (autos eléctricos que pueden ser conducidos por si mismos), creó Starlink, que es un conjunto de satélites geoestacionarios que brindan a todo el planeta Internet a muy bajo costo, comparado con los servicios preexistentes y a una mayor velocidad, desde ya sin filtros, para poder conectarse a Internet literalmente desde cualquier lugar”.
Uno podría presuponer, en detrimento de lo planteado en estas líneas, que la búsqueda rusa de desconectar a Ucrania de su red energética conlleva incomunicarla. En ese sentido, Mansueti recuerda que “incluso la energía tampoco es un problema, dado que los dispositivos que utilizan Internet consumen muy poca y pueden alimentarse por micropaneles solares”.
Sobre las formas de acceso a la comunicación digital, el especialista remarca que “acceder a Internet, que es el único medio que permite un contacto con el planeta en un contexto globalizado, es algo de primera necesidad”. Y especifica que “en países comunistas donde Internet está filtrado y censurado a casi el resto del mundo, es muy difícil acceder a sitios y servicios como nosotros estamos acostumbrados hacerlo a diario”. Por el contrario, explica que “en algunos casos, para poder hacerlo, se utilizan a través de las conexiones que el país brinda a Internet servicios de VPN (que son túneles virtuales de conexión sobre la conexión en sí) y en el resto de los casos es imposible”. Intentando ponerse en lugar de los gobiernos que filtran las comunicaciones en niveles altísimos, señala que “las razones son varias pero principalmente es la censura que el gobierno impone” para controlar el pensamiento y conducta popular.
Acceder a Internet, que es el único medio que permite un contacto con el planetaComo solución, no solamente a los ataques que recibe Ucrania, sino también para la censura política, Mansueti dice que “hay algo en común como solución, que es el acceso global a Internet satelital, y que hasta hace unos años la única empresa que brindaba este servicio era Inmarsat, principalmente para los barcos en océanos. Pero es un servicio muy costoso y además lento”. Allí es donde cobra preponderancia la empresa de Musk: “Starlink es la opción que hoy existe para acceder sin censuras y de manera accesible en contextos hostiles. Pero siempre hay que tener presente la ciberseguridad. Starlink no deja de ser una empresa de Estados Unidos que pertenece a la OTAN, y en un contexto de guerra, todo el tráfico que circule puede ser analizado por mas que la empresa lo niegue” apunta Mansueti entrando en terreno militar. En este punto, recuerda que “esta guerra de los datos y el análisis de los mismos, es la que está poniendo en jaque a China con la censura de Tiktok en Estados Unidos. Esta aplicación que es una de las más utilizadas en todo el planeta es para sus usuarios un pasatiempo divertido, pero por detrás es una arma para el gobierno chino que recolecta información constantemente de todo el planeta”.
La perspectiva militar
Ya en terreno castrense, El Litoral consultó a un oficial superior del arma de Comunicaciones del Ejército Argentino para repasar los puntos a considerar. En el trabajo de campo, los militares ucranianos reconocieron que las interferencias en las comunicaciones están a la orden del día frente a los rusos, sin embargo apuntaron que lograban tener alternativas para salir adelante. Remarcaron la relevancia de Starlink para ello.
El militar argentino aclara que “para entender el rol de las comunicaciones (que actualmente abarca la informática, la guerra electrónica y la ciberdefensa) hay que ver al comandante como el cerebro, a las unidades de combate como los puños, a los elementos de obtención de información como los ojos y al arma de comunicaciones como el sistema nervioso de un cuerpo. Sin sistema nervioso los puños no golpean y los ojos no mandan la imagen al cuerpo. Sin comunicaciones las órdenes no llegan a las unidades de combate y la información no le llega al comandante”.
Las comunicaciones satelitales, internet y un rol clave para mantener a un país interactuando con el resto del mundo.Con la premisa anterior como eje “todos los avances han buscado mayor caudal de información en menor tiempo y de forma más segura. Ahí radican los desafíos, siendo fuerzas en oposición con equipamiento tan similar”. Sobre el caso particular del país invadido, “Ucrania debe sumar también la posibilidad de contar con medios brindados por la OTAN, que deben ser integrados a los sistemas de comunicaciones ya constituidos”. Más allá de eso, “ambos bandos tienen el desafío de tener tropas bien entrenadas técnica y tácticamente, ademas de disciplinariamente, ya que la disciplina de comunicaciones dificulta la capacidad enemiga de detectar la ubicación de un centro de comunicaciones o puesto comando, que son objetivos tácticos de gran relevancia”.
Sobre la voluntad de que los civiles sigan comunicados como sea, el profesional indica que “el acceso a los sistema de comunicaciones civiles por parte de la poblacion tiene pros y contras que bien explotados y controlados brindan oportunidades a los comandantes de cómo difundir mensajes alentadores a través de videos o audios, alarmas en caso de ataques o emergencias por la radio tradicional, u obtener el favor y voluntariado de personas que estén indecisas con respecto al apoyo a un bando concreto”.
En épocas de fake news, velo, engaño y contrainteligencia, el uniformado reclama que “debe controlarse la información falsa o que muestre conquistas enemigas” y recuerda que “el mismo presidente Zelensky ha sido visto en redes recorriendo y conduciendo operaciones y a los soldados subiendo videos de los combates a las redes. Esto nos posibilita vercasi en el momento como se desarrolla la guerra”.
Sobre las distintas alternativas destacas para mantener las comunicaciones, “hay que diferenciar las dificultades de acceso: una radio necesita de un par de pilas para recibir un mensaje de difusión o las noticias actualizadas cada 30 minutos. Un celular necesita estar cargado todos los días, una red y antenas funcionando cerca, junto con toda la estructura de telefonía funcionando. Un teléfono satelital requiere de saldo que suele ser de precio elevado”. Tras este escenario, vuelve a aparecer la figura de Starlink, ya que “brinda una cobertura casi total de acceso a internet banda ancha tanto civil como militar”. No es menor destacar que actualmente “Ucrania es el único país que lo ocupa en ambos sentidos” y, al no hacerlo con una versión de prueba, “hace casi imposible que estas comunicaciones sean interferidas, con el plus de que todo puede hacerse desde un dispositivo celular sin necesidad de grandes terminales satelitales”.
Consultado sobre las implicancias de que la guerra sea entre países vecinos y con amplia zona cero, el entrevistado reconoce que “el extenso frente de batalla propone salvar las distancias que existen entre comandantes y las unidades desplegadas” por lo que “los medios de comunicación civiles (redes de celular, telefonía, radio) pueden ser utilizados como medios territoriales, anexados y explotados por las tropas en el terreno, agregando facilidades para todos los niveles”.