Isabel II ha vuelto este domingo a Wood Farm, la casa donde veraneó por última vez con el duque de Edimburgo. Allí residió el príncipe desde que se retiró de sus deberes reales en 2017 y tenía planeado continuar de no haber sido porque la pandemia trastocó también su vida, y el duque se trasladó con la reina a Windsor dejando su casita en los terrenos de Sandrigham. La pareja, que hacía años que no pasaba tanto tiempo junta, regresó a Wod Farm en septiembre del año pasado después de pasar varias semanas en Balmoral. En esta relativamente modesta casa de madera de cinco habitaciones se instalaron unos días antes de regresar a Windsor.
Es más que probable que este domingo la monarca de 95 años haya recordado aquellos días de finales del verano pasado junto al fallecido duque de Edimburgo, y muchos otros en los que la familia se retiró, durante 50 años, allí para relajarse. Se dice que es en esta casa de campo con vistas la mar donde Isabel II cocina e incluso lava los platos, y que el personal de servicio no usa uniforme. La residencia real menos royal y más privada de los Windsor guarda, como no podía ser de otra manera, un buen número de secretos. Aquí se alojó Diana con la reina en uno de sus primeros encuentros con el príncipe Carlos en 1980 como invitada a una de sus fiestas. Cuando Sarah Ferguson se separó del príncipe Andrés, no la invitaron a las reuniones familiares en Sandringham pero se le permitió quedarse la casa junto a sus hijas. Y también aquí durmió Kate Middleton en sus primeros viajes a Sandringham a principios de los 2000.
Tenés que leerIsabel II despidió a Angela Merkel en el castillo de WindsorEste fin de semana la reina ha regresado a Sandringham, en Norfolk, en una visita no anunciada por parte de la Casa Real. Según ha publicado Daily Mail voló a Norfolk en helicóptero y se cree que permanecerá aquí hasta el lunes. El tabloide apunta que, dado que se ha visto a la reina acompañada por John Warren, su consejero de carreras, y han visitado los establos Commodore Yard, podría haber viajado al condado para hacer algunos negocios de caballos. Conjeturas aparte, la reina ha llegado a Wod Farm conduciendo su propio coche, algo que se le permite por estar en terrenos de su propiedad. Con gafas de sol y una blusa con rosas bajo un chaleco, Isabel II está dispuesta a seguir de cerca sus negocios, a sus caballos y sus casas llenas de historias y recuerdos