Viernes 8.11.2024
/Última actualización 23:21
Desde hace tiempo están muy en boga los libros de autoayuda y todos los días a través de las redes sociales dan cuenta de las diferentes técnicas que hacen a esta disciplina. Hace poco leí una que puede aportar a la visión del mundo a nivel personal y de los acontecimientos de la aldea global. Dice así: el pasado ya fue, está escrito y son hechos consumados; el futuro no existe y será conformado por los sucesos del día a día. Por lo tanto, hay que intentar llevar adelante el día a día de la mejor forma.
Poniéndonos in situ. La compleja situación del Medio Oriente presenta hechos concretos que son indiscutibles cuyas pruebas se ven en tiempo concreto y real, trasmitiendo la dimensión e importancia de los acontecimientos. Estas líneas pretenden realizar una aproximación el que lo desee se puede nutrir de los incontables cúmulos de información que se generan día a día.
La agresión a Israel del 7 de octubre del 2023, por parte de Hamás, es la continuidad de un proceso fogoneado por Irán, declarado por sus proxis y por cualquier analista, comprobado por la presencia de aportes económicos, suministros de asesoramiento y equipo militar en variados frentes, el Líbano, la Franja de Gaza, Irak, Siria, Yemen, todos tienen armamento iraní. Ojo: donado por Irán, no vendido por Irán. La República Islámica se los aporta y obsequia para la causa: destruir al Estado de Israel como parte de su Guerra Santa.
Así, mientras el gobierno de los ayatolás iraníes se preocupan por la Guerra Santa, drenan recursos ingentes que solo socavan el desarrollo de la calidad de vida del país persa. ¿Con qué capacidad moral reclaman en las Naciones Unidas sanciones a las últimas acciones defensivas de Israel? Miles de miles de millones de oro y de dólares girados a las milicias del Hezbolá fueron enterradas hace unas semanas por acciones de la aviación israelí en el barrio del grupo en Líbano.
Si alguien se toma el tiempo de observar documentales sobre los barrios a los que llaman "barrios de refugiados palestinos del Líbano", que maneja y controla el Hezbolá, tomará un real conocimiento de lo que es un país desmembrado. Tómense el tiempo de buscar en Youtube, hay cantidad de notas en donde se aprecia las realidades encontradas de la sociedad libanesa actual.
Los barrios del Hezbolá en el Líbano son independientes del inexistente Estado libanés: poseen redes bancarias propias (las que fueron bombardeadas en las últimas semanas por la aviación israelí); no hay servicios municipales, toda la infraestructura sanitaria y de edificación depende del control interno a cargo de interlocutores del Hamás. Ello responde al concepto de "un Estado dentro de un Estado más grande".
Presiento que desde lejos, a la distancia, no se tiene la real dimensión de lo que nos pasa. La población palestina constituye el 30 por ciento de la población libanesa. El 70 por ciento restante lo conforman la población cristiana, drusa, maronita y ramas diferentes del islam, que desean la paz y buscan reconstruir el bienestar y la belleza de la llamada "Perla del Oriente". En cambio, el objetivo de Irán es una guerra de desgaste; no les importa los daños colaterales, las muertes de civiles gazatíes o libaneses, y tampoco las pérdidas de los grupos que promueve.
Una de las últimas respuestas del ejército israelí neutralizó gran cantidad de baterías S 300 iraníes, por lo que hoy en día Irán se encuentra "desnudo" –por así decirlo- defensivamente. Es decir: está en posición de lanzar sus diferentes categorías de misiles y aviones no tripulados, sí, pero está incapacitado frente al ataque de Occidente.
Retornando a la cuestión de los secuestrados es un factor más que dificulta la solución del evento bélico instalado, tanto Hamás como Hezbolá, a pesar del avance demoledor de las fuerzas israelíes, no han cambiado su postura de Guerra Santa, en medio de la cuestión, todos sufren , los gazatíes que corren de un lado a otro como "patos de la boda"; los deudos de los israelíes y los que tienen sus familiares secuestrados, los heridos y mutilados, los soldados, toda la sociedad, los libaneses resignados observan cómo se sigue desintegrando un otrora país organizado a expensas de una minoría terrorista, mercenaria, ejecutora de las políticas de Irán.
Regresando a las técnicas de autoayuda, de ahora en adelante se hace imprescindible una participación comprometida y efectiva internacional para restablecer el orden, prohibiendo literalmente en las zonas limítrofes la existencia de grupos extremistas que solo buscan el desequilibrio. Además, Israel y los interlocutores que aparezcan deberán resolver la llamada "Cuestión Cisjordania".
Para los que desconocen el pasado, en la guerra de agresión de 1967 los países limítrofes que le declararon la guerra a Israel y perdieron fueron Egipto, Siria y Jordania. Israel anexionó los territorios de las Alturas del Golán, Gaza y Cisjordania. Más tarde la península del Sinaí se devolvió como consecuencia de acuerdos de paz con Egipto. Cisjordania, integrada por los antiguos reinos históricos de Judea y Samaria, a la luz de la historia contemporánea reforzó la territorialidad de Israel, aumentando también sus posibilidades defensivas.
De ahora en más es vital que tanto las fuerzas que gobiernan los territorios y el estado israelí busquen paulatinamente los caminos para la cohabitación en las zonas en conflicto. Debo mencionar que desde mi punto de vista que ha cambiado en el tiempo la constitución de un Estado palestino independiente en Cisjordania es y será imposible, solo una solución negociada de convivencia de los que lo habitan representa la única salida. Los detractores de mi personal opinión deberían darse una vuelta por la zona, apreciar el estado de situación y luego tomar posición. Una cosa es lo que creían que debía ser desde miles de kilómetros de distancia (y mucho desconocimiento real) y lo que es hoy.
(*) Santafesino radicado en Israel desde 2002.