Este año, Belén, el lugar tradicional del nacimiento de Jesús, no contará con un árbol de Navidad. La ciudad, afectada por conflictos entre israelíes y palestinos, vive a la sombra de la guerra en Gaza, situada a 50 kilómetros de distancia.
La ciudad, afectada por conflictos entre israelíes y palestinos, no contará con un árbol. Los servicios religiosos se realizarán con sobriedad.
Este año, Belén, el lugar tradicional del nacimiento de Jesús, no contará con un árbol de Navidad. La ciudad, afectada por conflictos entre israelíes y palestinos, vive a la sombra de la guerra en Gaza, situada a 50 kilómetros de distancia.
La actual guerra, desencadenada por eventos en el sur de Israel, ha devastado Gaza, generando preocupación y tristeza en Belén.
La temporada prenavideña de Adviento, que normalmente atrae a muchos turistas, se inauguró con una sensación de vacío y tristeza en las calles y plazas de Belén. El padre Ibrahim Faltas, un fraile franciscano, describió la ciudad como nunca antes, expresando su tristeza por la ausencia de alegría.
Los palestinos en Belén sienten el dolor de las víctimas, especialmente de los niños, mujeres y ancianos, afectados por la guerra en Gaza. Las autoridades gazatíes y israelíes tienen cifras dispares de víctimas, generando tensiones y sufrimiento en ambos lados.
Este año, la plaza de la Natividad no contará con un árbol, y los servicios religiosos se llevarán a cabo con sobriedad, sin festividades llamativas.
El padre Francesco Patton de Custodia de Tierra Santa indicó que la celebración será espiritual, centrada en la comunidad y las familias en la plaza.