El Litoral / dpa
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El plan del Gobierno español para exhumar los restos de Francisco Franco y sacarlos del mausoleo levantado por el dictador superó hoy un trámite decisivo al ser aprobado por la mayoría del Congreso de los Diputados en Madrid.
El decreto ley aprobado por el Ejecutivo del socialista Pedro Sánchez en agosto salió adelante en la Cámara con el apoyo de todos los grupos, la abstención del conservador Partido Popular (PP) y del liberal Ciudadanos y dos votos en contra.
El decreto modifica la Ley de memoria histórica de 2007 para facilitar la exhumación y blindarla ante posibles demandas de la familia del dictador, que se opone al traslado de los restos y anunció ya acciones legales contra el Gobierno.
Los restos de Franco (1892-1975) se encuentran desde su muerte en el Valle de los Caídos, un conjunto monumental construido entre 1940 y 1958 por orden del dictador en gran parte gracias al trabajo forzoso de presos políticos unos 60 kilómetros al noroeste de Madrid.
El monumento, coronado por una gran cruz blanca de 150 metros de altura, fue dedicado por Franco a todos los caídos en la Guerra Civil (1936-1939) y alberga restos de unos 32.000 fallecidos en el conflicto por ambos bandos.
Todos los intentos llevados a cabo hasta ahora para despolitizar el lugar fracasaron, hasta que Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), llegó al Gobierno en junio tumbando con una moción de censura al conservador Mariano Rajoy.
Tras algunos pasos en falso, el Ejecutivo aprobó el 24 de agosto el decreto ley ratificado hoy por el Congreso. Se espera que la operación para trasladar los restos de Franco a un lugar aún no establecido se complete antes de fin de año.
"No podemos tener el agravio comparativo constante a unas víctimas que no han recibido el respeto que se merecen", defendió hoy en el Congreso la vicejefa del Gobierno, Carmen Calvo. "No hay respeto mientras los restos de Franco estén en el mismo lugar que las víctimas".