Miércoles 18.12.2019
/Última actualización 18:53
La Cámara de Representantes de Estados Unidos inició este miércoles un histórica sesión para enviar al presidente Donald Trump a juicio político en el Senado por abuso de poder y obstrucción al Congreso, una decisión que marcará para siempre el mandato del líder republicano.
Al dar comienzo al debate, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, del Partido Demócrata -que tiene los votos para convertir a Trump en el tercer presidente del país acusado en un proceso de impeachment-, llamó a los legisladores a "ejercitar uno de los poderes más solemnes" que les concede la Constitución.
"Es un hecho que el presidente es una amenaza permanente a nuestra seguridad nacional y a la integridad de nuestras elecciones, bases de nuestra democracia", agregó Pelosi.
De Alaska a Florida, decenas de miles de estadounidenses marcharon anoche en apoyo al juicio contra Trump. Hubo una manifestación bajo la lluvia en la neoyorquina Times Square y vigilias en pequeñas localidades del interior del país con participantes que llevaban carteles que decían "¡¡Salven la Constitución-Acusen!!" y "Criminal en Jefe".
Apenas comenzó este miércoles la sesión -varias horas antes del inicio del debate-, los republicanos trataron de bloquearla.
"Para que podamos dejar de perder el tiempo de los estadounidenses en el impeachment, someto a moción que se levante la sesión de la cámara", pidió el representante republicano Andy Biggs.
El legislador forzó una votación pero fue derrotado por la mayoría demócrata, que luego bloqueó otros intentos de los republicanos de demorar los procedimientos, informó CNN.
Más temprano, Trump tuiteó toda su indignación con el proceso.
"¡¿Pueden creer que hoy voy a ser acusado por la Izquierda Radical, por los Inútiles demócratas, Y NO HICE NADA MALO?!. Algo terrible", escribió.
El debate en la cámara baja comenzó a las 12 (las 14 en Argentina), y se prevé que dure seis horas.
La inusual tarea de enviar a juicio político a un presidente ha dividido al Congreso en la misma medida en que los estadounidenses parecen discrepar respecto a la heterodoxa presidencia de Trump y a los cargos de impeachment en su contra por polémicos contactos con autoridades de Ucrania.
Las diferencias se han agigantado a las puertas de 2020, año de elecciones generales en las que Trump buscará un nuevo mandato.
Todo indica que los demócratas, que controlan 233 bancas de la Cámara de Representantes, no tendrán problemas en aprobar los cargos contra Trump frente a un monolítico Partido Republicano, que tiene 197 escaños en la cámara.
Sin embargo, se da por descontado que será absuelto en el juicio en el Senado, donde los republicanos, que son mayoría, anticiparon que vedarán el testimonio de más testigos y lo exculparán de las acusaciones, que consideran políticamente motivados.
El cargo de abuso de poder se refiere a la acusación de que Trump condicionó ayuda militar y una cumbre con su par de Ucrania a que éste anunciara investigaciones contra el ex vicepresidente demócrata Joe Biden, potencial rival electoral del mandatario en 2020.
El otro cargo, obstrucción al Congreso, es por negarse a cooperar con la investigación y ordenar a funcionarios no comparecer a dar testimonio antes las comisiones investigadoras.
De ser votadas las acusaciones, Trump se convertirá en el tercer presidente de Estados Unidos reprobado por la Cámara de Representantes, después de Bill Clinton en 1998 y Andrew Johnson en 1868.
En el caso de Clinton, el Senado rechazó el impeachment gracias a la mayoría demócrata, y lo mismo sucedió con Johnson.
El presidente republicano Richard Nixon no llegó a ser sometido a la votación del impeachment porque presentó su renuncia en 1974 por el escándalo del 'Watergate'.