Unos 50 niños se intoxicaron por contaminación en el "Chernóbil chileno"
Como consecuencia de la contaminación industrial en una zona costera de Chile, considerada "zonas de sacrificio ambiental", unos 50 niños y 25 adultos están enfermos. Las autoridades buscan estrategias de prevención.
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12:00
El episodio, que afectó a unos 50 estudiantes y 25 funcionarios educativos de la comuna durante este martes, llevó a la propia ministra de Medioambiente, Maisa Rojas, a encabezar reuniones de emergencia con diversas autoridades; así como a prometer la toma de medidas provisionales para la reducción de emisiones de la fundición de cobre de Codelco, ubicada cerca de la bahía, y la empresa termoeléctrica Ventanas, de AES Andes.
Las localidades chilenas de Quintero y Puchuncaví, también llamadas "el Chernóbil chileno" por la organización medioambientalista Greenpeace, albergan empresas mineras, petroleras, cementeras, gasíferas y químicas.
"Afectación general de colegios municipalizados y subvencionados"
El lunes "tuvimos un peak (pico) de dióxido de azufre que superó cinco veces la norma horaria a las 02:00 de la madrugada. Quintero y Puchuncaví son comunas (municipios) que han tolerado por décadas esto, pero tienen que llegar a su fin", indicó este martes Rubén Gutiérrez, alcalde de la localidad de Quintero, de más de 31.00 habitantes, ubicada en la región de Valparaíso, 120 km al oeste de Santiago.
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"Tuvimos una afectación general de colegios municipalizados y subvencionados, donde más de 50 niños y más de 25 asistentes de la educación fueron afectados por los efectos de gases tóxicos", indicó una nota del municipio de Quintero.
Las autoridades de Salud de la región de Valparaíso comunicaron que todos los casos presentaron sintomatología asociada a cefalea, picor en los ojos y garganta, además de náuseas. Estuvieron en observación y luego fueron dados de alta.
La delegada presidencial de Valparaíso, Sofía González, decretó la emergencia ambiental en estas dos localidades, donde se suspendieron las clases, se prohibió toda actividad física y las fuentes de calefacción, en momentos en que la zona central enfrenta un otoño austral de bajísimas temperaturas.
La Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) confirmó que, en la Estación de Calidad del Aire de Quintero, se registró el lunes un pico de dióxido de azufre (SO2) de 1.327 ug/m3, cinco veces superior a la norma.
Los análisis indican que la concentración de dióxido de azufre que generó las intoxicaciones habrían provenido de la fundición Ventanas dedicada al procesamiento de concentrados de cobre de la minera estatal Codelco, la mayor productora de cobre del mundo.
"Se debe pesquisar las responsabilidades, porque el contaminar no puede ser gratis y el hipotecar la vida de los niños tampoco puede ser gratis", dijo el gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, un reconocido medioambientalista.
La SMA ordenó medidas provisionales de mitigación a Codelco, como cambiar las operaciones "en caso de existir condiciones de ventilación malas y regulares" e instalar "un nuevo sensor de temperatura" en un plazo de cinco días.
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La termoeléctrica AES Andes, filial de la estadounidense AES Corporation, también fue condenada a tomar medidas, como operar "en condición límite de los desulfurizadores en alerta ambiental".
"Las medidas se fundamentan debido al aumento en las concentraciones de dióxido de azufre, lo cual ha significado un riesgo a la salud de la población", dijo Emanuel Ibarra, superintendente del Medio Ambiente.
Gobierno promete "soluciones estructurales"
Tras una reunión con autoridades locales y representantes de las industrias, la ministra del Medio Ambiente Maisa Rojas informó que se aplicará "al máximo el principio preventivo" y que se avanzará "en soluciones estructurales". "Necesitamos establecer medidas de corto plazo para poder hacer frente a este invierno (austral)", agregó.
Por su parte, Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, afirmó que en la compañía estatal —que produce cerca del 8% del cobre mundial— "estamos proactivamente comprometidos a revisar el plan operacional e implementar las medidas necesarias para evitar a todo evento la afectación de la salud y del medioambiente".
La contaminación ha crecido en la zona desde que, en 1958, el Gobierno chileno decidió relegar la pesca artesanal y la agricultura para convertir este lugar en un polo industrial que hoy alberga cuatro termoeléctricas a carbón, refinerías de crudo, fundiciones de cobre, cementeras, puertos graneleros, petroleros y depósitos de concentrado minero.