El lunes, en el marco de las protestas callejeras que se suceden desde el 28 de abril, aunque ya en teoría cesó el paro nacional, un grupo de encapuchados se dirigieron al monumento, situado en la calle 56 del elegante barrio El Prado de Barranquilla, capital del departamento del Atlántico. Una vez frente al gran Descubridor de América, que dio nombre a Colombia, procedieron a hacer lo que ya ha sucedido en otros lugares: ataron cuerdas a la cabeza y otras partes del cuerpo y entre varios consiguieron tirarla abajo entre los gritos de júbilo y aplausos de los que estaban mirando. Unos se encaramaron al pedestal, al que ya habían pintado garabatos, mientras una persona arrastraba la cabeza del navegante genovés por la Avenida Murillo de la ciudad que cada febrero celebra uno de los carnavales más concurridos y vistosos que existan en el continente americano.
La estatua fue donada por la colonia italiana de Barranquilla en 1892, con motivo de la conmemoración de los 400 años del Descubrimiento de América. En un principio estuvo guardada en un taller entre 1892 y 1910, en espera de decidir el lugar donde quedaría instalada. Según rememora el diario local El Heraldo, la estatua la pusieron en lo que hoy en día es el Paseo Bolívar entre 1910 y 1937, un lugar destacado. Despuésla trasladaron a la plaza de San Nicolás hasta que a mediados de los 90 la llevaron a su emplazamiento actual.
El ayuntamiento de Barranquilla envió a operarios el lunes por la tarde al sitio del monumento para rescatar lo que dejaron y restaurarlo más adelante.
Cabe anotar que también en junio intentaron derribar otra estatua de Colón, junto a la de Isabel la Católica, que estaba situada en la Avenida El Dorado de Bogotá. No pudieron cumplir su propósito por la oportuna intervención de la policía, aunque las habían pintado de rojo, pero el ayuntamiento capitalino optó por retirarlas para evitar males mayores y buscar más adelante otro sitio donde estén seguras.
Tenés que leerIndígenas colombianos derribaron una estatua de conquistador Gonzalo Jiménez de QuesadaLa moda de acabar con imágenes del pasado cuenta en Colombia con amplio respaldo puesto que la mayoría de la gente del común considera que los españoles llegaron al hemisferio a aniquilar pueblos indígenas y robar las riquezas naturales, que la mayoría eran ladrones sin escrúpulos que solo dejaron un legado de destrucción. Los libros escolares hablan de la Conquista, no los bautizan de "descubridores" como ocurre en España.
A ello habría que sumar el que historiadores, políticos y líderes sociales han manifestado estos días que el derribo de estatuas, si bien podría hacerse sin violencia, brinda la oportunidad de reflexionar sobre los acontecimientos de siglos atrás con otras miradas.
Las acciones de estos momentos, sin embargo, obedecen más bien a una ola de vandalismo que han protagonizado una parte de las personas que siguen en las calles de Bogotá, Medellín, Pereira y Popayán, entre otras localidades, protestando por diversas causas.
En la capital de la República no han cesado las acciones brutales en algunos barrios. En la noche del lunes, en zonas de Suba, Kennedy, Bosa, Rafael Uribe Uribe, Engativá y la autopista Sur, hubo enfrentamientos graves entre manifestantes y el ESMAD (Escuadrón antidisturbios de la Policía Nacional), que intentaba frenarles por los graves destrozos en el mobiliario urbano y autobuses públicos que estaban causando.
Los manifestantes, por su parte, denunciaron detenciones arbitrarias y abusos de autoridad. Y la alcaldesa Claudia López señaló al partido Colombia Humana, del senador Gustavo Petro, de estar detrás de las revueltas y el caos.