El secretario de Estado estadounidense, Anthony Blincoln, confirmó el martes que un convoy diplomático estadounidense fue atacado en el conflicto en Sudán entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
El secretario de Estado estadounidense, Anthony Blincoln, confirmó el martes que un convoy diplomático estadounidense fue atacado en el conflicto en Sudán entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
"Ayer (lunes) el convoy diplomático estadounidense fue derribado. Todos están a salvo", dijo a los periodistas japoneses que asistieron a la cumbre de ministros de Relaciones Exteriores del G7.
Brinken, quien dijo que el incidente estaba bajo investigación, describió el ataque como "imprudente, irresponsable e inseguro".
Todas las amenazas en las que se vieron involucrados nuestros diplomáticos han sido resueltas”, dijo Blinken, quien también evitó dar más detalles sobre un incidente “que está aún bajo investigación para tratar de determinar qué ocurrió exactamente”.
Los primeros reportes indican que el ataque fue responsabilidad de fuerzas asociadas a FAR, según Blinken, quien en las últimas horas había contactado por separado a los comandantes de los dos ejércitos implicados en el conflicto en Sudán para trasladarles que “cualquier ataque de ese tipo es totalmente inaceptable”.
Blinken explicó que habló por teléfono con los responsables de FAR y de las Fuerzas Armadas de Sudán, para pedirles “el cese de todas las hostilidades de manera inmediata y sin poner ninguna condición previa”.
Este llamamiento coincide con otro incluido en la declaración conjunta adoptada este martes por los ministros de Exteriores del G7, y que insta al alto al fuego y al regreso al diálogo en Sudán en los mismos términos.
“Instamos a las partes a que pongan fin a las hostilidades de inmediato y sin condiciones previas. Hacemos un llamamiento para que renuncien a la violencia, regresen a las negociaciones y tomen medidas activas para reducir las tensiones”, recogió la declaración conjunta adoptada al término de la reunión de Exteriores que el Grupo de los Siete celebró en la ciudad nipona de Karuizawa.
Más de 180 civiles han muerto y más de 1.800 han resultado heridos durante los tres días de combates en Sudán, según datos del enviado especial de la ONU en el país africano, Volker Perthes.
Los enfrentamientos se producen tras semanas de tensiones entre el Ejército y las FAR sobre la reforma de las fuerzas de seguridad durante las negociaciones para un nuevo gobierno de transición.
Ambas fuerzas militares fueron las responsables de derrocar de manera conjunta al gobierno de transición de Sudán en octubre de 2021.