Corea del Norte advirtió que responderá a las recientes maniobras conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur con acciones militares "sostenidas, firmes y abrumadoras".
Según el régimen de Kim Jong-un, los ejercicios realizados por ambos países estaban dirigidos a "escalar intencionalmente la tensión en la región".
Corea del Norte advirtió que responderá a las recientes maniobras conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur con acciones militares "sostenidas, firmes y abrumadoras".
Este anuncio se produce tras una serie de pruebas de misiles que sus fuerzas armadas hicieron en las últimas semanas, incluido el lanzamiento de cuatro misiles balísticos.
Un comunicado del Estado Mayor del Ejército Popular Coreano indicó que "continuaremos respondiendo a todas las maniobras de parte del enemigo con medidas militares prácticas sostenidas, firmes y abrumadoras".
Las recientes pruebas de misiles balísticos del Norte fueron una "clara respuesta" a Washington y Seúl por sus ejercicios militares de la semana pasada, denominados "Tormenta Vigilante".
Cientos de aviones de combate estadounidenses y surcoreanos, incluyendo bombarderos B-1B, participaron la semana pasada en "Tormenta Vigilante".
El Estado Mayor Conjunto surcoreano dijo que el ejercicio demostró "la capacidad y preparación para responder con firmeza a cualquier provocación de Corea del Norte".
Al mismo tiempo, rechazó las críticas norcoreanas al asegurar que sus simulacros no presentaron una amenaza a ningún país.
Sin embargo, los ejercicios generaron fuertes reacciones de Pyongyang, que las considera ensayos para una invasión.
El Ejército norcoreano precisó que los operativos incluyeron el lanzamiento de misiles balísticos tácticos que simularon ataques contra bases aéreas y ensayaron el derribo de aviones enemigos.
Los detalles de sus operaciones de la semana pasada revelan la importancia que le asignan a la destrucción de bases aéreas del Sur, apuntó Cheong Seoung-chang, investigador del Instituto Sejong de Seúl.
En septiembre pasado Corea del Norte revisó su doctrina nuclear para permitirse realizar ataques preventivos en caso de amenaza contra el régimen de Kim Jong-un.
Si el "sistema de comando y control" nuclear de Corea del Norte está "en peligro de un ataque de fuerzas hostiles, se lanzará un ataque nuclear de forma automática e inmediata", indicó la nueva doctrina.
Seúl y Washington prevén que Corea del Norte realizará próximamente una prueba nuclear, que sería la séptima de su historia y la primera desde 2017.