Coronavirus: crecen en Suecia las críticas al epidemiólogo Anders Tegnell por el fracaso de su "modelo"
La estrategia del epidemiólogo sueco contra las mascarillas se desmorona. Las UCI, al 99% de su capacidad, se quedan sin médicos por el número de renuncias
Reuters
18:30
Suecia ha optado por una estrategia diferente, y poco habitual, para enfrentar la pandemia de coronavirus. Las medidas propuestas son voluntarias -por ejemplo, el teletrabajo es opcional- y no existe ningún tipo de bloqueo ni de restricciones. Incluso el principal epidemiólogo del Gobierno, Anders Tegnell, opina que el uso de la mascarilla no es necesario. Pero desde mitad de noviembre los contagios y las muertes por covid van en ascenso.
La nación escandinava supera ya los 7.000 fallecidos, mientras que sus vecinas del norte, Finlandia y Noruega, apenas llegan a las 400 muertes. Y lo peor: la situación en las UCIs se ha vuelto insostenible hasta tal punto que el personal sanitario, con una ocupación del 99%, ha optado por la renuncia.
“Es la única salida”, ha asegurado Sineva Ribeiro, presidenta de la Asociación Sueca de Profesionales de la Salud, en declaraciones recogidas por Bloomberg. “La situación es terrible y los médicos no tienen tiempo libre”, ha añadido. Una encuesta realizada por el canal de televisión sueco TV4 mostró que en 13 de las 21 regiones de Suecia, las renuncias de los médicos superan las 500 cada mes.
El Gobierno del primero ministro Stefan Löfven se enfrenta ahora a una escasez de personal profunda en tiempos de covid. Sin embargo, “incluso antes de la primera ola de la pandemia en marzo, ya había escasez de enfermeros especializadas, incluso en las UCI», apuntó Ribeiro.
Estocolmo solicita ayuda adicional de las fuerzas armadas
En este sentido, también la alcaldesa del condado de Estocolmo, Irene Svenonius, ha lamentado el panorama «extremadamente tenso» que se vive en los hospitales. “El personal sanitario está sobrecargado”, explicó en una entrevista con el diario sueco de mayor tirada, Dagens Nyheter . “Hay fatiga y no se puede ignorar, es extremadamente importante conseguir más médicos”, insistió.
Aunque no está claro de dónde pueden llegar esos refuerzos, una de las propuestas de la capital de Suecia es añadir capacidad adicional a través del personal sanitario de las fuerzas armadas. No obstante, es probable que el ejército no tenga suficientes recursos por lo que a Suecia no le quedará más remedio que pedir ayuda de sus vecinos nórdicos.
Y es que, según explica la presidenta de la Asociación Sueca de Profesionales de la Salud, el país está sufriendo una crisis sanitaria “sin precedentes”. Por mucho que avances los tratamientos científicos para enfrentar al virus “no quedan suficientes profesionales para poner ese conocimiento en práctica”, alertó Ribeiro.
El salario de los enfermeros no es rentable
La presión a la que está sometido el personal de enfermería en sus largas jornadas de atender a pacientes covid no sale rentable con el salario que reciben.
Un ejemplo es el de Sara Nordin, quien fue auxiliar de enfermería en una unidad de cuidados intensivos de Suecia durante la pandemia. El pasado mes de octubre, en una entrevista con Bloomberg, aseguró que no podía llegar a fin de mes con un salario de 33.600 dólares al año, que equivalen a alrededor de 28.000 en euros, por lo que optó por la renuncia.
“Hablé con algunos de mis compañeros en agosto y me dijeron que dimitirían porque era la única forma de tomarse un tiempo libre y recuperarse”, contó Ribeiro. «Vemos altas tasas de enfermedad, síntomas de agotamiento y miembros infectados», añadió.
Y los médicos que persisten tienen que enfrentarse a horas y horas de jornada laboral y a sustituir a los compañeros que se han ido. “En un ambiente de trabajo donde uno está tan cansado, aumenta el riesgo de errores. Y esos errores pueden provocar la muerte de los pacientes», concluyó Ribeiro.
Y pese a este panorama, las autoridades no cambian la estrategia. Tengnell rechaza el uso de las mascarillas, principal arma contra el coronavirus en todos los países, porque, según declaró, no existían estudios que mostraran su eficacia.
“Si nos fijamos en los países con reglas estrictas para el uso de mascarillas, es difícil ver que les haya ido bien», señaló en una entrevista con Reuters pese a las continuas recomendaciones del Centro Europeo para el Control de Enfermedades que indican que es necesario cubrirse la boca y la nariz para evitar los contagios.
«No, seguiremos por este camino», aseveró Tegnell, quien incluso ha recibido amenazas de muerte por su gestión que, a vista de muchos, es imprudente. «Así es como trabajamos en Suecia. Tenemos un gran entendimiento de esto y un gran cumplimiento de las reglas», apuntó.
A diferencia del resto de países, Suecia no ha cerrado ni colegios, ni bares, ni restaurantes ni ningún tipo de comercio durante estos meses. Y es que confía en el comportamiento individual de sus propios ciudadanos, en que mantengan una buena higiene, salgan de casa solo lo justo y necesario y eviten el transporte público y las aglomeraciones.
Las políticas de Tegnell son el foco de todos los debates en Suecia. Reciben críticas, pero también elogios hasta el punto de que, según informa el citado medio, por las calles de Estocolmo se pueden encontrar camisetas con la frase «En Tegnell confiamos» serigrafiada. Incluso los más fanáticos se la han tatuado.