Martes 8.12.2020
/Última actualización 12:07
La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, confirmó este martes un paquete de medidas para limitar la circulación de personas y frenar la propagación de una cuarta ola de coronavirus, entre las que se incluye el cierre nocturno de restaurantes y otros espacios públicos.
El objetivo de la medida, anunció la dirigente del territorio semiautónomo chino durante una reunión semanal con sus consejeros, es "reducir el número de personas en las calles".
Lam subrayó que "las medidas de distanciamiento deben volver al mismo nivel" que tenían en julio y agosto, cuando el país transitaba la tercera ola de la epidemia, informó la agencia de noticias AFP.
La medida entrará en vigor el próximo jueves y, a partir de ese día, quedará prohibido cenar en un restaurante a partir de las 18.
Desde ese momento y hasta las 5 de la mañana del día siguiente, los restaurantes podrán ofrecer servicios de comida para llevar, anunció la secretaria de Alimentos y Salud, Sophia Chan, en conferencia de prensa.
Los restaurantes tendrán un límite del 50% de la capacidad total de asientos, mientras que los gimnasios, las piscinas y los centros deportivos deberán cerrar hasta al menos el 23 de diciembre, agregó Chan.
La ministra también anunció que el Gobierno aprobó un marco legal que le otorgará el poder de ordenar a las personas que permanezcan en un lugar mientras esperan recibir los resultados de la prueba de Covid-19.
El Gobierno también organizará autobuses para transferir a todos los viajeros internacionales que lleguen a Hong Kong desde fuera de China continental, Macao y Taiwán a hoteles de cuarentena designados para minimizar el riesgo de transmisión comunitaria, dijo Chan.
Los viajeros también deberán realizar una prueba el día 19 o 20 después de su llegada para "asegurarse de que, incluso en la rara situación en la que el período de incubación del virus exceda el período de cuarentena", el eventual caso sea detectado.
Las nuevas medidas se anuncian el mismo día que Hong Kong informó otros 100 casos de la enfermedad, de los cuales 95 se transmitieron localmente.
Los 7,5 millones de habitantes de la excolonia británica han estado sometidos desde principios de año a varias tandas de restricciones, de intensidad variable, que demostraron su eficacia para evitar que se dispararan los casos de Covid-19.
Las escuelas, bares y clubes nocturnos están cerrados desde finales de noviembre.
En lo que va de año, en la ciudad se registraron menos de 7.000 casos y 112 decesos por coronavirus.