Irán anunció este jueves 149 nuevas muertes por coronavirus, elevando el número de víctimas a 1.284, en medio de los problemas de las autoridades para hacer cumplir las restricciones de movimiento y el pedido de aislamiento.
Irán anunció este jueves 149 nuevas muertes por coronavirus, elevando el número de víctimas a 1.284, en medio de los problemas de las autoridades para hacer cumplir las restricciones de movimiento y el pedido de aislamiento.
Para animar a la gente a quedarse en casa, el portavoz del Ministerio de Salud de la República Islámica, Kianoush Jahanpour, dijo en redes sociales que el virus infecta a una media de 50 iraníes por hora y que “cada diez minutos fallece uno”.
“Tomen decisiones inteligentes sobre viajes, visitas y reuniones”, escribió en Twitter mientras las autopistas seguían colapsadas con personas que iban a ver a sus familias antes del Año Nuevo Persa, llamado Nowruz, que se celebra el viernes.
Según un reporte de la televisora estatal, que citó al vocero judicial Gholamhossein Esmaili, 10.000 presos -entre los que había un número desconocido de encarcelados por cuestiones políticas, activismo o libertad de expresión- se beneficiarán de una amnistía por un decreto de Jamenei con motivo del año nuevo.
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El líder supremo Alí Khamenei, que tiene la última palabra en todas las cuestiones de Estado, suele indultar a reclusos de forma ocasional. El año pasado, perdonó a más de 50.000 por el 40 aniversario de la Revolución Islámica de 1979.
Las naciones occidentales instaron a Teherán a liberar a ciudadanos con doble nacionalidad, entre otros, alegando que están siendo utilizados como monedas de cambio en negociaciones.
Entre los que recuperaron la libertad de forma temporal estaba Nazanin Zaghari-Ratcliffe, un británico-iraní que llevaba años retenido por acusaciones criticadas internacionalmente. Zaghari-Ratcliffe, quien trabaja para la fundación benéfica Thomson Reuters fue arrestado en 2016 por supuestamente tratar de derribar al gobierno mientras viajaba con su hija pequeña.