El mismo día en que entran en vigor en Alemania el cierre de la gastronomía, el ocio y la cultura, junto a la prohibición de viajes turísticos y familiares, la canciller Merkel ha acudido a la Casa de la Prensa de Berlín para defender estas medidas y responder a las numerosas preguntas, justificando sus decisiones en la gravedad del aumento de contagios pero también ofreciendo esperanza. «No habrá grandes fiestas de Nochevieja, pero podremos pasar la Navidad en familia», ha dicho sobre el levantamiento de medidas después del plazo de cuatro semanas que rige por el momento.
«No puedo especular, nos reuniremos con los presidentes de los Bundesländer para evaluar el desarrollo de las infecciones y tomaremos las decisiones necesarias, pero nuestro esfuerzo de noviembre servirá para lograr un diciembre más soportable», ha prometido. «No pasaremos las navidades en soledad», ha insistido, recordando la importancia de esta celebración en el ánimo de la población.
Merkel ha llamado a los alemanes a cumplir con las medidas de manera rigurosa, apelando a su sentido de la responsabilidad y solidaridad con los grupos de riesgo. «En Alemania tenemos unos 24 millones de ancianos y varios millones de personas discapacitadas o enfermas crónicas, lo que significa que aproximadamente el 30% de la población pertenece por uno u otro motivo a grupos de riesgo», ha calculado, «y libertad no significa solamente hacer lo que yo quiera, se lo está diciendo una persona que creció en la RDA y que hoy vive en un país libre, libertad y responsabilidad son las dos caras de la misma moneda, libertad significa tener la oportunidad de elegir lo que es bueno para mi, para mi familia, para mi sociedad».
Mensaje al mundo de la cultura
La canciller alemana ha tenido mensajes muy emotivos para el mundo de la cultura, que vuelve a cerrar sus puertas como ya hubo de hacer en primavera. «La cultura es parte existencial de nuestra sociedad, una pare central, y lo está demostrando con el compromiso con el que está aceptando estas durísimas medidas», ha señalado. También se ha referido a los profesionales de la gastronomía, a los que ha dicho que «tenemos que reducir los contactos sí o sí y optamos por cerrar restaurantes en lugar de colegios y guarderías, esa es una decisión política por la que respondo y por la que apelo a su comprensión». Mantener abiertos colegios y guarderías sigue siendo prioridad para el Gobierno alemán y «será lo último que se toque», ha avanzado Merkel, que de inmediato ha ofrecido información sobre las ayudas por valor de 10.000 millones de euros que están recibiendo ya los sectores afectados «de manera rápida y sin burocracia».
Tenés que leerAlemania se vuelve a confinar un mes por la segunda ola de coronavirus«Nadie se quedará solo estas cuatro semanas», ha comprometido la ayuda del Estado a los afectados. Los institutos de investigación económica de Alemania, los denominados «Cinco Sabios», calculan aun así que este cierre light supondrá para la economía alemana unas pérdidas de 19.000 millones de euros y de 600.000 empleos. En el otro lado de la balanza, están el sistema educativo y las guarderías, para las que Merkel también ha reservado un mensaje de reconocimiento: «Se están haciendo a cargo diariamente de 10 millones de niños en nuestro país y, en medio de condiciones coronavirus, su tarea es ingente».
Entre las preguntas de los periodistas ha habido una sobre la continuidad de los servicios religiosos, en un contexto en el que se intenta restringir al máximo los contactos sociales. Merkel ha respondido separando la actividad religiosa de la actividad social como conceptos diferentes. «El ejercicio de la libertad religiosa, según apreciación de todos los expertos en la Constitución, es imperativo, al igual que el derecho a las manifestaciones, por lo que puede seguir activo siempre que cumpla con la exigencias de higiene y distancia con las que ha venido cumpliendo en los últimos meses», ha explicado la canciller alemana, «el derecho a ejercer la propia religión es un muy alto derecho».
En un contexto en el que el 75% de las nuevas infecciones no son ya rastreables, Merkel ha llamado al uso de la aplicación Warn Corona, por la eficiencia demostrada hasta ahora, y ha pronunciado una y otra vez la palabra «prudencia», aplicándola a los movimientos y a los contactos. «La política puede tomar medidas, pero cada uno de nosotros puede hacer mucho con su comportamiento responsable y prudente. La prudencia nos ahorrará mucho sufrimiento y mucho dinero, porque servirá para que sobrevivan más empresas y más puestos de trabajo». «Creo en una democracia que tenga la fuerza de la responsabilidad y de la prudencia», ha concluido.