La Roma noctámbula, política y diplomática se agitó en la madrugada del domingo con la noticia en la primera página del diario “Il Tempo” de que el papa Francisco abrió un canal de tratativas a través del presidente turco Erdogan con los talibanes, para crear corredores humanitarios de prófugos afganos.
Esta es una de las cuestiones más difíciles y apremiantes desde que el domingo 15 cayó en manos del talibán la capital de Afganistán, Kabul. Es la fecha de la derrota de Estados Unidos, la segunda en su historia después de Vietnam. Hace veinte años los norteamericanos echaron del poder a los talibanes e instalaron gobiernos afines con sus intereses.
Tenés que leerLa Union Europea no reconoce políticamente a los talibanes, y niega tener conversacionesUn periodista, Luigi Bisignani, criado en Argentina y políticamente cercano al fallecido varias veces primer ministro italiano Giulio Andreotti, firma el artículo titulado “Prueba el Papa” con cuerpo catástrofe a todo lo largo de la primera página del matutino conservador “Il Tempo”.
Bisignani escribe que “Kabul puede convertirse en un infierno” y “solo una iniciativa reservada de la Secretaría de Estado un vaticana podría ser milagrosamente de ayuda”.
El periodista destaca que el momento es particularmente difícil por la alerta en Italia de “riesgo alto” que anuncia, con una nueva oleada de inmigración el peligro terrorista. El nivel de riesgo ha sido elevado de tres a cinco.
Tenés que leerEl líder talibán llegó a Kabul para negociar la formación del nuevo GobiernoItalia podría salvarse de los atentados “porque se ha abierto inesperadamente un canal reservado entre la Santa Sede y los talibanes para crear un real corredor humanitario”, lo que Europa no ha conseguido organizar, agrega.
La ayuda de un jesuita a Draghi
Bajo el impulso del Papa está trabajando la Secretaría de Estado, cuyo prefecto es el cardenal Pietro Parolin, junto con la Congregación de Iglesias Orientales, dirigida por el cardenal argentino Leonardo Sandri, escribe Bisignani.
Bisignani sostiene que existe una triangulación que pasa por la Turquía del presidente Erdogan con el régimen talibán que intenta formar un gobierno. Por esta iniciativa, “se podría tener afuega de los ataques” (terroristas). Para el primer ministro Mario Draghi, “que estudió con los jesuitas, podría correrle en ayuda otro jesuita”.