El huracán Ian dejó una gran destrucción en su paso por Cuba el martes en la madrugada. Se pronostica que en las próximas horas atraviese la isla en dirección norte para avanzar hacia el estado de Florida.
El fenómeno se convirtió en un gran huracán la madrugada del martes y tocó tierra en el oeste de Cuba. Se pronostica que en las próximas horas atravesará la isla en dirección norte para avanzar hacia suelo norteamericano.
El huracán Ian dejó una gran destrucción en su paso por Cuba el martes en la madrugada. Se pronostica que en las próximas horas atraviese la isla en dirección norte para avanzar hacia el estado de Florida.
El ciclón azotó con ráfagas de 208 kilómetros por hora, señalaron expertos a medios locales, en la pequeña localidad de San Juan y Martínez, zona donde se produce uno de los mejores tabacos del mundo.
La tormenta tocó tierra en la provincia de Pinar del Río, donde las autoridades habilitaron 55 refugios, enviaron personal médico y de emergencia y tomaron medidas para proteger alimentos y otros cultivos en los almacenes de la región tabacalera, según medios estatales.
Se pronostica que su salida se producirá en las inmediaciones de Puerto Esperanza para continuar con similar rumbo norte.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) pronosticó que áreas de la costa oeste de Cuba podrían registrar marejadas ciclónicas de hasta 4,3 metros.
En un recuento provisional no se reportaron muertes, pero las autoridades informaron afectaciones al fondo habitacional con la voladura de cubiertas ligeras, depósitos de agua, caída de agua y ventanas, al tiempo que los servicios eléctricos y telefónicos estaban cortados en un 100%.
Poco antes de que Ian tocase tierra en Cuba, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) lo subió a categoría 3, agregando que la tormenta registra vientos de 185 kilómetros por hora, con máximos de hasta 200.
No obstante, Ian no pasará mucho tiempo sobre Cuba, pero se desacelerará sobre el Golfo de México, donde aumentará de tamaño y fuerza, “lo que tendrá el potencial de producir impactos considerables por el viento y las marejadas ciclónicas a lo largo de la costa oeste de Florida”, señaló el NHC.