Viernes 5.11.2021
/Última actualización 20:09
“No es un secreto que la COP26 es un fracaso”. La activista sueca Greta Thunberg se ha mostrado así de rotunda en la primera protesta masiva contra la cumbre climática, casi una semana después de que comenzara la cumbre en la ciudad escocesa de Glasgow. “¿Cuánto llevará a los políticos despertar? La cumbre del clima se ha convertido en un festival de dos semanas para lavar su conciencia, donde todo sigue igual y todo es bla, bla, bla”, dijo ante los miles de manifestantes que esperaban su discurso en George Square. “Las voces de las futuras generaciones están siendo ignoradas con sus falsas promesas”, añadía la activista.
Antes de la intervención de Thunberg, miles de manifestantes, a través de una convocatoria de la plataforma Fridays For Future, han pedido en las calles más acción y menos palabras a los gobiernos que están negociando en la COP26 las medidas contra el cambio climático, tras casi una semana de grandes discursos.
Al grito de “El pueblo unido jamás será vencido” y “¿Qué queremos? Justicia climática; ¿Cuándo la queremos? Ya” han marchado numerosas jóvenes de pueblos indígenas del Amazonas, Latinoamérica, Asia y activistas de distintos países africanos, que han encabezado la comitiva de esta protesta. A los muchos representantes del sur global también se han unido ecologistas y miembros de la sociedad civil de la capital escocesa. “Me manifiesto porque queremos cambios, porque queremos tener un futuro”, reivindicaba Siobhan Scott, una joven de 18 años, de Glasgow.
Bajo un cielo encapotado, y siguiendo la marcha hasta George Square, Mitzi Jonelle Tan, una activista de Filipinas, apelaba a la responsabilidad gobiernos del Norte directamente. “Una vez más, vemos a los líderes mundiales dando grandes declaraciones y promesas. Necesitamos cortes de emisiones drásticos, indemnizaciones del Norte para el Sur y tenemos que acabar con la industria de los combustibles fósiles”, sentenció.
La capital escocesa ha amanecido este viernes empapelada con carteles en los que se puede leer: “Climate Action so far: Blah, Blah, Blah”. Algo así como “La acción por el clima hasta ahora: bla, bla, bla. Precisamente ese bla, bla, bla se ha convertido en la expresión más repetida entre los miles de activistas que han llegado a la ciudad escocesa para protestar ante la inacción de los gobiernos a comprometerse a que el aumento de la temperatura en el mundo no supere los 1,5 grados a finales de siglo. En apenas 21 años ya ha subido 1,1, según el último informe de Naciones Unidas.
Thunberg, que desde antes del comienzo de la cumbre manifestó que no haría aparición alguna en la sede de la COP26, ha finalizado su discurso apelando a la poca cordura de los líderes políticos al suponer que la humanidad puede sobrevivir con 2,7 grados o 3 más. “Lo que debemos preguntarnos es ¿por qué luchamos? ¿Para salvar el mundo o mantener todo igual? Los líderes pueden seguir en su burbuja, pero la historia los juzgará. Y nosotros no lo aceptaremos”.
“¿Cuántas COP más hacen falta que se celebren para que sepan que su inacción no salvará el planeta?”, ha lamentado Vanessa Nakate, una activista ugandesa, que recientemente ha sido portada de la revista Time por su labor contra el cambio climático. “¿Por qué los africanos y las personas del Sur Global no están en la primera página de los periódicos ni en las conversaciones donde se deciden la lucha contra el calentamiento?”. “Vuestras acciones cuentan, no hay voz pequeña para conseguir el cambio”. Para finalizar, Nakate ha pedido unidad y amor para seguir luchando por la justicia climática.
“Estamos aquí para denunciar la política genocida de nuestro Gobierno”, expresaba una de las miembros de tribus indígenas de la Amazonía brasileña desplazada a Glasgow. “Defendemos nuestros territorios con nuestra vida, nuestros hermanos, hermanas e hijos están muriendo”, dijo en el escenario principal de George Square desde el que ha gritado “Fora Bolsonaro” en varias ocasiones durante su discurso.
Otros activistas contra el cambio climático desde México han pedido justicia para Samir Flores, un ambientalista asesinado el pasado octubre y uno de los principales opositores a la construcción de la termoeléctrica de Huexca, en el Estado de Morelos.
Jon Bonifacio, uno de los pocos activistas asiáticos que han intervenido en los actos después de la marcha, hablaba de la difícil situación de los activistas medioambientales en Filipinas, su país de origen, donde su presidente, Rodrigo Duterte, los llama “terroristas”. El archipiélago fue identificado como el peor lugar de Asia para los defensores de la tierra y el medio ambiente en 2020, según un informe de Global Witness. “He sido testigo de primera mano de los dos tifones más costosos que azotaron el país el año pasado. Las inundaciones alcanzaron el techo de los edificios. Vidas y medios de subsistencia borrados de la noche a la mañana”, lamentó el joven.
Al mismo tiempo que los manifestantes estaban en la calle, el presidente de la COP26, el exministro británico Alok Sharma, ha pedido a los líderes políticos mundiales que “escuchen las voces de los jóvenes” y “las incorporen a sus negociaciones” sobre el futuro de la lucha contra el cambio climático. En una rueda de prensa en la jornada dedicada a Juventud y Empoderamiento Público en la cumbre del clima de la ONU, Sharma alabó “la pasión y el compromiso” demostrado por la juventud.
La protesta de hoy viernes ha sido la antesala de la gran marcha por el clima de mañana sábado, que espera convocar en Glasgow hasta 100.000 manifestantes. Distintas organizaciones de activistas han organizado en 200 lugares de 20 países de todo el mundo manifestaciones a la misma hora que la capital escocesa, donde cientos de miles de personas más se unirán a las protestas.