Nicaragua disolvió este miércoles (10.05.2023) a la Cruz Roja Nicaragüense tras acusarla de violar la neutralidad en las protestas de 2018 y la sustituyó por un organismo adscrito al gobierno.
La organización humanitaria que opera en el país desde 1931, se suma a la lista de más de 2.000 organizaciones privadas proscritas por el régimen de Daniel Ortega.
Nicaragua disolvió este miércoles (10.05.2023) a la Cruz Roja Nicaragüense tras acusarla de violar la neutralidad en las protestas de 2018 y la sustituyó por un organismo adscrito al gobierno.
"Derogase el Decreto Legislativo número 357 [...] del 29 de octubre de 1958, mediante el cual se creó la Asociación Cruz Roja Nicaragüense", dice la resolución adoptada por la unanimidad de la Asamblea Nacional, controlada por el Frente Sandinista del presidente Daniel Ortega.
La norma aprobada por el parlamento ordena la creación de una nueva Cruz Roja Nicaragüense, que será un "ente autónomo descentralizado con personalidad jurídica, patrimonio propio y duración indefinida", adscrito al Ministerio de Salud.
Más de 2.000 organizaciones privadas han sido proscritas en Nicaragua por cargos de violar las leyes, incluidas organizaciones gremiales de empresarios y universidades católicas.
Unos diputados (todos son oficialistas) acusaron a la Cruz Roja de transgredir las leyes sobre organismos sin fines de lucro y el principio de neutralidad de la organización humanitaria.
La Cruz Roja fue fundada en Ginebra en 1863 para proteger a las víctimas de conflictos armados por impulso del banquero suizo Henri Dunant (1828-1910), ganador en 1901 del primer premio Nobel de la Paz.
Las protestas de 2018 se extendieron por al menos tres meses en distintas zonas de Nicaragua, con bloqueos de carreteras, así como choques entre manifestantes opositores y oficialistas que dejaron más de 300 muertos, según la ONU.
La ira del gobierno izquierdista de Ortega contra la Cruz Roja se debe a que sus voluntarios atendieron a manifestantes opositores heridos en las protestas, según medios de oposición.
El gobierno consideró las protestas como un intento de golpe de Estado promovido por Estados Unidos, mientras organismos internacionales acusaron al ejecutivo de impulsar una represión contra la oposición.
"En los actos acontecidos en el 2018 [...], algunas filiales de esta asociación [Cruz Roja] actuaron en contra de estos principios y de su acta constitutiva y estatutos, y la asociación misma transgredió las leyes del país", se lee en la exposición de motivos que fundamentan esta ley presentada por el gobierno.
"Todo el patrimonio, bienes y acciones que a la fecha pertenezcan a la Asociación Nacional llamada Cruz Roja Nicaragüense pasarán a ser propiedad del Estado y serán administrados por la [nueva] Cruz Roja Nicaragüense, ente descentralizado adscrito al ministerio de Salud", agregó.
"Tenemos conocimiento sobre la decisión de la Asamblea Nacional de Nicaragua respecto de la Cruz Roja Nicaragüense. Como es una situación en desarrollo que está siendo estudiada, por el momento, no podemos hacer comentarios", dijo en un escueto mensaje enviado a la AFP por la oficina de comunicación de la delegación del CICR para México y América Central.
Aunque la ley que la regía era de 1958, la Cruz Roja Nicaragüense nació en 1931 y prestaba servicios de socorro en emergencias y accidentes. Con 28 filiales en ciudades y pueblos del país, tenía unos 2.000 voluntarios y 63 ambulancias. También recaudaba sangre para hospitales y realizaba exámenes para la obtención de licencias de conducir.