Daniel Sancho sigue acaparando titulares desde la lejana Tailandia, donde tras varios días de investigación fue finalmente detenido tras confesar ser el autor del asesinato y desmembramiento de Edwin Arrieta.
El chef español -hijo y nieto de los actores Rodolfo Sancho y Sancho García, respectivamente- está en prisión por el homicidio del cirujano colombiano y permanecerá encerrado hasta que se celebre el juicio, en el que podría enfrentarse a la pena de muerte.
Daniel Sancho sigue acaparando titulares desde la lejana Tailandia, donde tras varios días de investigación fue finalmente detenido tras confesar ser el autor del asesinato y desmembramiento de Edwin Arrieta.
A la espera de que se fije la fecha del juicio que determinará su futuro, y que bien podría debatirse entre la pena de muerte o la cadena perpetua, el hijo del actor Rodolfo Sancho declaró en los juzgados de Koh Samui, donde narró cómo mató al cirujano colombiano. El chef español llegaba esposado, con las manos escondidas bajo una toalla y rodeado por una gran cantidad de agentes y de expectación mediática.
Antes de ello fue interceptado por un medio local, al que respondió con actitud bastante tranquila: “Lo siento mucho”, dijo ante las cámaras, mirando directamente al reportero que le preguntaba.
Según informa el diario Bangkok Post, el cocinero relató desde la cárcel que habría asesinado a Arrieta porque este le tenía como un “rehén”. Los hechos sucedieron en la madrugada del 3 de agosto y todo estaba premeditado. Daniel Sancho lo habría golpeado en la cara hasta dejarlo inconsciente, a continuación le trasladó al baño para echarle agua en la cara y que recobrara la consciencia, pero al ver que no surtía efecto comenzó a desmembrar su cuerpo. Colocó todas las partes en una bolsa grande de tela y en varias de plástico negro. Un proceso que Daniel ha asegurado que tardó “tres horas”.
Ante su confesión, la policía tailandesa ha tenido fácil el trabajo y ya ha cerrado el caso, encerrándolo hasta que tenga lugar el juicio en la cárcel de Koh Samui. Pese a todo, Daniel Sancho, que tiene 29 años, insiste en que él es la víctima y que la muerte del médico fue un “accidente” que se produjo de forma fortuita durante un forcejeo.
Su entorno más íntimo, integrado por sus padres, ha optado por guardar silencio y no añadir información más allá del comunicado que hizo llegar el actor Rodolfo Sancho, su padre. De hecho, ha sido una persona cercana quien se ha pronunciado en su nombre en el programa Así es la vida: “Te escribo en nombre de Rodolfo Sancho. Rodolfo, por el bien de la investigación no puede hacer ningún tipo de declaración. Os pedimos encarecidamente que respetéis esta situación. Por el momento, no podemos hacer declaraciones de ningún tipo”, se podía leer en este nuevo comunicado.
A través de su entorno, el protagonista de El ministerio del tiempo, afirma que “las manifestaciones que pueda estar haciendo Daniel son bajo una situación de presión emocional difícil de controlar”, dejando así la puerta abierta a un giro en el caso.
Tras permanecer en silencio varios días, finalmente su madre, Silvia Bronchalo, se pronunció por primera vez. En declaraciones al programa El boca de todos, hizo unas breves declaraciones siguiendo la línea de su expareja, intentando proteger a su hijo o, al menos, concederle cierta distancia con la polémica: “Lo que sí ha querido decirnos, y voy a leer literalmente para no faltar a la verdad, es que estamos haciendo una película de todo esto sin saber nada”, ha contado la periodista que ha tenido contacto con ella.
A través de su padre, Rodolfo Sancho, Daniel es nieto del mítico Félix Ángel Sancho Gracia, reconocido en los círculos artísticos bajo su apellido compuesto, Sancho Gracia. El actor español brilló como un destacado exponente de las artes escénicas y su legado abarca los ámbitos del cine, la televisión y el teatro, donde dejó una huella indeleble a lo largo de una carrera llena de logros. Su presencia magnética y versatilidad lo convirtieron en un rostro querido por el público, tanto en la gran pantalla, donde participó en innumerables producciones- como “Martín (hache)” o “El crimen del Padre Amaro”- y en los tablados teatrales, donde su talento se desplegó en una amplia gama de obras.