El gobierno del estado brasileño de San Pablo y el laboratorio privado chino Sinovac Biotech defendieron la seguridad de Coronavac, la vacuna contra el coronavirus que se desarrolla en forma conjunta, porque evitó efectos colaterales en el 94,7% de los voluntarios chinos que se sometieron a las pruebas. Entre los 5.600 brasileños que probaron la vacuna no hubo efectos colaterales hasta ahora, informó el gobernador paulista, Joao Doria.
La vacuna china Coronavac es desarrollada en Brasil por el paulista Instituto Butantan y habrá, en caso de aprobación, 60 millones de dosis a partir de diciembre a disposición de la población. "Estos resultados demuestran que la Coronavac tiene una excelente perfil de seguridad", dijo Doria.
A la vez, Doria expresó que confía en el Ministerio de Salud para "incluir a la vacuna en el calendario nacional para que puedan tener acceso todos los brasileños". "No hay una vacuna mejor que otra, todas ayudarán a salvar vidas", dijo el funcionario, al referirse a cierto rechazo a la vacuna china exhibido por el presidente Jair Bolsonaro, aunque no por cuestiones técnicas.
Los efectos adversos de la Coronavac se detectaron en 5,35 por ciento de los voluntarios chinos, dijo el director del Instituto Butantan, mayor fabricante de vacunas contra la influencia del Hemisferio Sur, Dimas Covas. De esos 50.027 voluntarios en China, el 3,08 por ciento tuvo dolores leves en el lugar de la aplicación, el 1,53 por ciento tuvo fatiga o cansancio y el 0,21 fiebre moderada.
En Brasil, la Coronavac está siendo probada en 9.000 brasileños a los cuales se sumarán otros 4.000. El representante de Sinovac Biotech en Sudamérica, Xing Han, dijo que la fabricación tradicional de la vacuna ofrece los más altos estándares de seguridad y que confía en que "en el corto plazo" sea aprobada por la autoridad regulatoria, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria.