El Litoral
El demócrata Doug Jones arrebató este martes al Partido Republicano un escaño de Alabama en el Senado, tradicional bastión conservador del sur de Estados Unidos.
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BBC
"Esta fue una carrera sobre dignidad y respeto. Esta campaña fue sobre el estado de derecho, sobre educación y decencia", dijo Jones en un discurso ante sus seguidores la noche de las elecciones.
Jones aludía así a las acusaciones de acoso sexual que llovieron sobre su competidor, Roy Moore, un escándalo que puso el asiento en el Senado al alcance de los demócratas por primera vez en más de dos décadas. Moore, por su parte, se negó a reconocer la victoria, argumentando el estrecho margen.
Con el 99% de los votos escrutados, Jones tenía 49,9% y Moore 48,4%, una diferencia de más de 19.000 votos.
La campaña estuvo empañada por las acusaciones contra el candidato republicano, que provocaron que algunos miembros de su partido se distanciaron del exjuez de 70 años.
Con este resultado, se reduce la mayoría que tienen los republicanos a 51-49, un margen tan estrecho que puede llegar a dificultar al presidente Donald Trump avanzar con su agenda.
El escaño estaba en poder de los republicanos hasta el nombramiento de Jeff Sessions como fiscal general del Estado, el pasado febrero.
En Twitter, Trump felicitó a Jones "por su victoria en una dura pelea" aunque señaló que un factor importante lo jugaron los votos escritos por un candidato que no figuraba en las boletas, una especie de forma de protesta de quienes rechazan al candidato de su partido pero no quieren votar por el otro.
"Una victoria es una victoria. La gente de Alabama es genial y los republicanos tendrán otra oportunidad en este escaño pronto. ¡Nunca termina!", agregó el mandatario.
Jones, como sustituto de Sessions, completará lo que le quedaba de mandato al fiscal general y tendrá que presentarse a la reelección en 2020.