El director del Servicio Médico Legal de Chile, organismo que intervino en el estudio, Patricio Bustos, confirmó a Télam que “no se encontraron agentes químicos relevantes que pudieran relacionarse” con la muerte de Neruda, ni tampoco “evidencia forense alguna que permita establecer una etiología médico legal por causas no naturales”.
Los exámenes fueron realizados por científicos del Servicio Externo de Ciencias y Técnicas Forenses de la Universidad de Murcia, en España, de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, y del Servicio Médico Legal de Chile.
El informe estableció que “las diversas técnicas complementarias entre sí revelaron la existencia de lesiones metastásicas diseminadas en varios de los segmentos del esqueleto, en justa correspondencia con la enfermedad por la que estaba siendo tratado el señor Pablo Neruda”.
También determinaron la presencia de sustancias derivadas de productos farmacéuticos destinadas al tratamiento del cáncer de próstata que padecía Neruda, que eran empleadas en 1973.
El abogado querellante chileno en el caso Neruda, Eduardo Contreras, ya había adelantado a Télam que en caso de que los resultados dieran negativo, como ocurrió, lo más probable es que se soliciten nuevos estudios toxicológicos, pero biológicos, “ya que en este caso en especial, hay que actuar con la mayor seriedad posible”.
El juez que atiende la causa, Mario Carroza, expresó una vez entregado el informe que “si es necesario hacer nuevas pericias, se van a hacer”, por lo que “el expediente no se va a cerrar aún”.
El poeta chileno y premio Nobel de literatura falleció el 23 de septiembre de 1973 en una clínica de Santiago de Chile, 12 días después del golpe de Estado del dictador Augusto Pinochet, que derrocó al gobierno socialista de Salvador Allende.
Télam