Un equipo de arqueólogos polacos ha descubierto una compleja red de canales fluviales de piedra en un yacimiento arqueológico cerca de la antigua ciudad inca de Machu Picchu gracias a un escaneo 3D, conocido como LiDAR, y un dron en el área.
El hallazgo se hizo en una antigua ciudad inca, llamada Chachabamba, y tenía una función exclusivamente ritual.
Un equipo de arqueólogos polacos ha descubierto una compleja red de canales fluviales de piedra en un yacimiento arqueológico cerca de la antigua ciudad inca de Machu Picchu gracias a un escaneo 3D, conocido como LiDAR, y un dron en el área.
El hallazgo se hizo en una antigua ciudad inca, llamada Chachabamba, y tenía una función exclusivamente ritual.
Según el Journal of Archaeological Science, esta red de canales fluviales no había sido encontrada antes porque está cubierta con una densa vegetación y ubicada en una zona de difícil acceso topográfico. Estas fueron las razones por las que los arqueólogos recurrieron al escáner LiDAR en esta región por primera vez.
"Solo personas muy privilegiadas podían llegar a Machu Picchu, porque era un lugar muy especial. Cuando ibas allí, tenías que parar en Chachabamba para tomar un baño espiritual para estar limpio y puro para llegar a Machu Picchu", explicó la subdirectora de organización y desarrollo del Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia y autora principal de la investigación, Dominika Sieczkowska, quien dirigió la investigación.
Varios bloques de piedra fueron empleados para lograr la construcción de esta red compleja de canales hasta ahora desconocidas que en su momento abastecía de agua al complejo ceremonial de la ciudad de Chachabamba, ubicada en el valle de Vilcanota, en el sureste de Perú.
Los arqueólogos explicaron que la ciudad ceremonial tiene un altar de piedra y está rodeado por 14 baños que eran empleados para los rituales. El agua de estos canales recorría el lugar a través de canales suministrados de agua por el río Urubamba.
El escaneo LiDAR y un dron lograron hallar esta red de canales y una serie de estructuras antes desconocidas. Sin embargo, no es la primera vez que el uso de este tipo de tecnología permite a los arqueólogos realizar descubrimientos que serían imposibles de hallar.
A finales de septiembre, se empleó la misma tecnología en una de las ciudades mayas más estudiadas en Guatemala, y como resultado un complejo arquitectónico cubierto de vegetación fue descubierto en los alrededores de la ciudad de Tikal.