En la ciudad de Punjabi de Gujrat, en Pakistán, algunas personas celebran una tradición relacionada con la fertilidad y la abundancia familiar.
En la ciudad de Punjabi de Gujrat, en Pakistán, algunas personas celebran una tradición relacionada con la fertilidad y la abundancia familiar.
Miles de creyentes islámicos se acercan al templo de Shah Daula para pedirle a su Dios que los ‘ilumine’ y de ese modo poder concebir un hijo.
Mujeres de todo el país se aglomeran en los alrededores del lugar profesando rezos a todo pulmón. Esta es la solución, según la creencia, para acelerar la concepción.
Aún así, el rito no es gratuito: cuando nace un primogénito, producto del probable ‘milagro’, debe ser entregado al templo como una forma de agradecimiento a Shah Daula por haber ‘colaborado’ en la concepción.
Sin embargo, no cualquier menor puede convertirse en tributo a aquel Dios, solo lo puede hacer uno discapacitado. Y en la gran mayoría de ocasiones los pequeños tienen microcefalia, enfermedad congénita que propicia una reducción de cráneo y cerebro en recién nacidos.
Según informa la cadena de noticias británica 'BBC', estos niños son adiestrados por el templo para ser los pupilos de Shah Daula por el resto de sus vidas. Es así como los infantes que padecen esta enfermedad son respetados y venerados por los fieles. Estos pequeños, según dicen, son la prueba fehaciente de la ayuda de ese Dios.
Los primogénitos ‘bendecidos’ por lo general son vistos en el templo pidiendo limosna y otro tipo de ‘ofrendas’, una práctica rentable debido a la connotación sagrada que tienen: ningún creyente les negaría la ayuda a los ‘hijos’ de Shah Daula.
“Niños ratas” se ha convertido en un término popular despectivo para denominarlos debido a la forma de su cabeza.
De acuerdo con información de la cadena de noticias británica, estos infantes, desde que son entregados por sus padres biológicos, son adiestrados trabajar en las calles.
En muchas ocasiones su fragilidad temprana hace que sean proclives a la manipulación por parte de bandas o grupos que se aprovechan de la fe de los creyentes.
Es entonces cuando la 'microcefalia artificial' se convierte en una práctica común para reclutar más infantes al mundo de la mendicidad: las mafias contactan familias de bajos recursos para comprar a sus bebés con el fin de llevarlos al templo y utilizarlos para generar ingresos.
En otras circunstancias son secuestrados y, en los casos más aberrantes, les deforman el cráneo con el fin de hacerlos pasar como microcefálicos de nacimiento.
Según la información recolectada por la ‘BBC’, se cree que el mito de Shah Daula tiene un lado oscuro poco visto: es posible que el rito se use para estafar a los feligreses con el fin de hacerlos entregar a los niños, independientemente si tienen algún padecimiento o no.
Medios especializados han afirmado que los tutores acogen a los recién nacidos y modifican sus cráneos con varillas de metal y cascos de acero para que se les impida el crecimiento natural de la cabeza.
El templo de Shah Daula, a raíz de las leyendas, se ha convertido en un espacio de tráfico de niños microcefálicos que se comercializan por todo Gujrat.
La situación ha llevado a la comunidad internacional a tomar medidas sobre estos hechos, sobre todo las ONG defensoras de los derechos de los niños. Sin embargo, el fanatismo religioso ha impedido una gestión transparente.
Es una enfermedad congénita. Se da por un mal desarrollo cerebral del bebé durante el embarazo o después del nacimiento, lo que genera un estancamiento en el aumento del tamaño de la cabeza .
La microcefalia puede ser producida por la ingesta de bebidas alcohólicas y alucinógenas durante el embarazo.
Este padecimiento puede ser una afección aislada, por lo tanto, no tendría por qué acarrear problemas de salud más graves para el bebé, según información suministrada por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Sin embargo, la microcefalia grave puede afectar del todo la vida del niño durante su proceso de crecimiento dado que el habla, la memoria, el aprendizaje, la vista y las capacidades motoras pueden verse afectadas por la falta de crecimiento cerebral.
La comunidad científica no ha dado con el origen preciso de la enfermedad, pero sí ha podido indagar en algunas posibles causas que pueden producirla. Entre esas aparecen algunas infecciones como la toxoplasmosis, rubeola y citomegalovirus.
También se ha investigado la desnutrición de las madres como causa debido al bajo suministro de nutrientes en el desarrollo intrauterino del bebé.
Este padecimiento también puede ocurrir por factores como un corte abrupto del flujo sanguíneo del bebé durante el embarazo o el abuso de sustancias alcohólicas y psicoactivas de la madre durante el proceso de gestación.
Algunos científicos han atribuido las causas de la microcefalia al virus del Zika, pero aún está en estudio por la comunidad médica internacional.