Lunes 27.9.2021
/Última actualización 19:33
En mayo de 2020 se supo por primera vez que el príncipe Andrés y su exmujer Sarah Ferguson habían sido demandados por la socialite francesa Isabelle de Rouvre por una deuda de más de 7,8 millones de euros por su chalé de esquí en Suiza. Ahora, casi 18 meses después, al parecer los duques han llegado a un acuerdo con de Rouvre, ya que han hallado a un comprador del mismo por la cifra de más de 20 millones de euros, según ha informado The Sunday Times este fin de semana.
De Reuvre, de 74 años, al parecer vendió su chalet Helora a los duques de York en noviembre de 2014 a cambio de 22 millones de francos suizos – el equivalente a algo más de 20 millones de euros. Al parecer, el príncipe Andrés y Sarah solicitaron una hipoteca de 16 millones de francos suizos (14.7 millones de euros) para asumir el pago del chalé, acordando el pago en metálico de los seis millones de francos restantes (5.5 millones de euros), quedando en que cada uno abonaría una mitad. Cuando en un principio el pago quedó pendiente, los duques de York supuestamente acordaron aplazar el pago cinco años con la millonaria francesa, con diciembre de 2019 como fecha tope. En aquel momento, al parecer debían pagar 8 millones de francos suizos (algo más de 7 millones de euros) en concepto de deuda original más los intereses acumulados. Pero el año pasado de Rouvre presentó una demanda alegando que dicho pago seguía pendiente.
La idea era que la lujosa propiedad, que cuenta con una piscina cubierta, sauna, solarium, bar y con vecinos de la talla de Sir Richard Branson y James Blunt, sirviese de colchón para las dos hijas de la expareja. El año pasado, el Daily Mail citó a una fuente que por aquel entonces afirmó lo siguiente: “Ninguno de ellos [el príncipe Andrés y Sarah Ferguson] poseen ninguna propiedad, así que quisieron comprar el chalé para que sirviese de activo que poder legarle a sus hijas”.
La noticia llega en un momento especialmente complicado, ya que en la actualidad el príncipe Andrés no ejerce como miembro en activo de la familia real británica (tras haber renunciado a sus funciones a raíz del escándalo de Jeffrey Epstein) y sigue siendo una incógnita cómo obtendrá sus ingresos. El Daily Mail en su día afirmó que desde su dimisión el príncipe se ha “visto forzado a depender de una modesta pensión de la Marina británica, de unos 23.400€ al año, además de una supuesta asignación anual por parte de la reina Isabel II que ronda los 290.000€”. Por su parte, Sarah Ferguson, que ha defendido públicamente a su ex marido, al parecer ha “perdido una serie de contratos comerciales”.