Jueves 20.2.2020
/Última actualización 12:10
Este miércoles por la noche, el multimillonario, filántropo y tres veces alcalde de Nueva York tuvo un durísimo debut en el debate de los candidatos presidenciales demócratas. Sus rivales lo atacaron desde el arranque, la audiencia lo abucheó, mostró lentitud para responder, y por momentos enmudeció y desapareció de la escena. Fue el candidato que menos habló y, cuando las luces se apagaron y todos abandonaron el escenario, su campaña salió a defender su desempeño: "Apenas estaba precalentando esta noche", dijo en un comunicado.
Bloomberg llegó al debate demócrata con la misión de afianzarse como el candidato "moderado" capaz de enfrentar al senador socialista Bernie Sanders, virtual líder de la contienda por la nominación presidencial. Pero sufrió una incesante sucesión de ataques de sus rivales, en particular, de la senadora Elizabeth Warren, y fue el gran perdedor del debate.
"Me gustaría hablar sobre contra quién estamos compitiendo. Un multimillonario que llama a las mujeres gordas y lesbianas con cara de caballo, y no, no estoy hablando de Donald Trump, estoy hablando del alcalde Bloomberg", fue la recepción que le dio Warren.
Bloomberg fue criticado por su riqueza, por su pasado republicano, y por no haber difundido aún su declaración jurada, una práctica habitual de los candidatos presidenciales. Pero los ataques más duros fueron por haber impulsado y defendido la política de "detención y cacheo" cuando era alcalde de Nueva York, y por el trato a las mujeres en su compañía, Bloomberg LP.
En este contexto, Warren presionó a Bloomberg para que liberara a mujeres que sufrieron acoso sexual y discriminación en su compañía de los acuerdos de confidencialidad de la empresa. Bloomberg se negó a hacerlo, y minimizó los reclamos.
"Ninguno de ellos me acusa de hacer nada, aparte de que tal vez no les gustó una broma que conté", se defendió Bloomberg. Un quejido sonoro recorrió la audiencia.
El candidato también se cruzó con el senador socialista Bernie Sanders, quien denunció que en Estados Unidos existía un "socialismo para ricos".
"Qué país tan maravilloso tenemos. El socialista más conocido de la compañía es millonario con tres casas. ¿Qué me perdí?", dijo Bloomberg. Sanders le contestó que tenía tres casas porque trabajaba en Washington. "Ese es el primer problema", retrucó el empresario. "Tengo una cabaña de verano, ¿dónde está tu casa?¿en qué paraíso fiscal?", asestó Sanders. "En Nueva York, muchas gracias. Y pago todos mis impuestos", fue la respuesta.
Bloomberg también atacó el plan económico de Sanders, al equipararlo con el comunismo.
"No se me ocurre una manera mejor de facilitar la reelección de Donald Trump que escuchar esta conversación. Esto es ridículo. No vamos a tirar el capitalismo. Intentamos eso. Otros países lo intentaron. Se llamó comunismo y simplemente no funcionó", lanzó. Fue su mejor frase de toda la noche.