El presidente Joe Biden busca frenar el rebrote de contagios, en lo que llamó una “pandemia de los no vacunados”.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó una serie de medidas para impulsar la vacunación, estancada tras un arranque trepidante, ante el auge de la variante Delta que está obligando a dar marcha atrás con algunas medidas de reapertura.
La principal medida que anunció fue exigir a millones de empleados federales que se vacunen o cumplan una serie de restricciones, con la idea de que el sector privado imite al público, principal empleador del país.
“Tenemos las herramientas para evitar que esta nueva ola de covid cierre nuestras empresas, escuelas, nuestra sociedad, como ocurrió el año pasado”, dijo el demócrata en un discurso.
Los empleados federales que no “demuestren estar totalmente vacunados” tendrán que llevar un barbijo en el trabajo, independientemente de su ubicación, mantener distanciamiento físico con otros empleados y “cumplir con un requisito de pruebas de detección semanales o dos veces por semana”, indicó la Casa Blanca poco antes del discurso del mandatario.
Estas medidas aplicarán para los cuatro millones de empleados federales y contratistas. “Si quieren hacer negocios con el gobierno federal, vacunen a sus trabajadores”, dijo refiriéndose a las empresas.
La Casa Blanca alentará a las empresas privadas a que sigan su ejemplo e instituyan mandatos similares, como ya lo hicieron compañías como Google o Facebook, que exigieron que todos los trabajadores que vuelvan a sus oficinas estén vacunados.
Sin llegar a la obligatoriedad absoluta de la vacunación -que también evalúa- se trata de un cambio de rumbo para la administración Biden, que hasta ahora insistía más en la responsabilidad individual y en los mensajes de fomento a la inoculación.
“No estamos totalmente fuera de peligro, porque lo que está ocurriendo en Estados Unidos en este momento es una pandemia, una pandemia de los no vacunados”, dijo Biden.
“Si no estás vacunado, representás un problema: para vos mismo, para tu familia y para los con los que trabajás”, subrayó, instando a los ciudadanos a no politizar el tema de las vacunas o los tapabocas.
Vacunar a los militares
Biden también ordenó al Pentágono que estudie la posibilidad de añadir la vacuna anticovid a su lista de vacunas obligatorias para los miembros del Ejército, y pidió a los gobiernos estatales y locales que ofrezcan 100 dólares como incentivo para que los rezagados se vacunen, una medida que ya adoptó la ciudad de Nueva York.
“Si los incentivos nos ayudan a vencer a este virus, creo que deberíamos usarlos”, afirmó el presidente, al asegurar que ese tipo de programas que lanzaron estados y algunas empresas “están funcionando”.
Estados Unidos intenta reactivar una campaña de vacunación que se ralentiza tras un fuerte comienzo, con apenas el 49 % de la población inoculada con el esquema completo.
La variante Delta representa al menos el 83 % de los casos secuenciados en EE.UU. y generó un aumento notable de los contagios y hospitalizaciones en las últimas semanas.
“Esta es una tragedia estadounidense. Está muriendo gente que no tendría por qué morir, y seguirán muriendo”, lamentó el presidente.
Las medidas se anunciaron dos días después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés) cambiaran sus directrices y recomendaran a quienes estén vacunados que vuelvan a llevar tapavbocas en espacios interiores y públicos en la mayor parte del país.