Juan Carlos I ha regresado a España. El rey emérito ha aterrizado la tarde de este jueves en el aeropuerto de Peinador, en Vigo (Pontevedra), para una estancia de cinco días en su país tras 654 días expatriado en Abu Dabi. La aeronave en el que ha vuelto el anterior jefe del Estado es un Gulfstream G450, un jet matriculado en Aruba (Antillas Holandesas) propiedad de la compañía angoleña Bestfly. No ha trascendido quién ha pagado el vuelo, que partió a las 10.30 de Abu Dabi (hora peninsular española) y tenía previsto aterrizar a las 18.23, pero ha llegado a las 19.14, con casi una hora de retraso. Siete minutos después, el rey emérito ha descendido del avión. Lo ha hecho por su propio pie, pese a sus problemas de movilidad. Ya en la pista, ha tomado un bastón y se ha apoyado en el brazo de un acompañante.
Lo primero que ha hecho al pie de la escalera ha sido abrazarse a su hija mayor, la infanta Elena, que lo esperaba en el aeropuerto desde dos horas antes, y saludar a quienes le han recibido; entre ellos, su anfitrión, el presidente del Club Náutico de Sanxenxo (Pontevedra), Pedro Campos, y su esposa. Juan Carlos I ha subido al asiento del copiloto del vehículo 4x4 de Campos, que iba al volante, Tras cruzar la barrera de salida de la zona de autoridades del aeródromo, donde se congregaban los periodistas y algunos curiosos, Campos ha bajado su ventanilla y el rey emérito ha saludado con la mano. La comitiva, encabezada por vehículo policial, se ha dirigido al domicilio de Campos en Sanxenxo, donde está previsto que el anterior jefe del Estado se aloje hasta el lunes, cuando se traslade a Madrid para reunirse en el Palacio de la Zarzuela con Felipe VI y la reina Sofía antes de regresar a Abu Dabi.
En una conversación con periodistas, antes de la llegada de Juan Carlos I, Campos aseguró que este se encuentra “muy animado” y “con mucha ilusión” por regresar a España tras casi dos años expatriado en el golfo Pérsico. “Está animado, con mucha ilusión de volver a España. Ese es el mensaje principal que me ha trasladado. Luego me ha dicho que quiere ver a la tripulación [del Bribón, el velero con el que ganó la Copa del Mundo de la clase 3mR en 2019 en Finlandia]. Según el amigo íntimo de Juan Carlos I, que habló por última vez con él el miércoles, este conoce “perfectamente” que su regreso a España ha generado “muchísima expectación”.
Está previsto que Juan Carlos I sea objeto de un recibimiento en la mañana de este viernes en el Club Náutico. “Esta noche [por el jueves] le daremos datos más concretos para que sepa que mañana se va a encontrar a tanta gente”, ha añadido Campos. Aunque ha confesado sentirse “desbordado” por la expectación creada por la llegada del rey emérito, lo ha calificado de “normal”, porque Juan Carlos I tienen “más cosas buenas que malas”.
El presidente del Club Náutico no ha revelado si el rey emérito participará como patrón en la última prueba preparatoria para el mundial de la clase 6mR, previsto para los días 10 al 19 de junio, o se limitará a asistir como espectador. “Lleva tres años sin navegar, aunque él dice que está en muy buena forma física”, ha dejado caer Campos. En cambio, se ha mostrado convencido de que el rey emérito volverá a Sanxenxo entre el 10 y el 19 de junio, para defender el título mundial de veleros de su clase.
Juan Carlos I se trasladará el lunes a Madrid, donde se reunirá en la Zarzuela con Felipe VI y la reina Sofía en un almuerzo en el que no está confirmada la presencia de su nuera, la reina Letizia, y su nieta, la infanta Sofía. A continuación, emprenderá viaje de vuelta a Abu Dabi, sin pernoctar en el Palacio de La Zarzuela. El Gobierno se había opuesto a que Juan Carlos I pernoctase en el palacio, por considerar que no es solo la residencia de la Familia Real sino también la sede de la Jefatura del Estado.
La Casa del Rey emitió a primera hora de la noche del miércoles un comunicado en el que informaba de que don Juan Carlos le había pedido que hiciese pública su decisión de desplazarse a España a partir de mañana [jueves] día 19 hasta el próximo lunes día 23 de mayo”. El comunicado añadía que Juan Carlos I tiene previsto “permanecer durante esas fechas en la localidad pontevedresa de Sanxenxo, y el mismo lunes 23 viajar a Madrid para estar con Felipe VI, la reina doña Sofía y demás miembros de su familia [que no especifica, aunque solo puede referirse a su nuera, la reina Letizia, y a su nieta, la infanta Sofía, ya que la Princesa de Asturias está interna en un colegio de Gales (Reino Unido)] en el Palacio de La Zarzuela”, añade el comunicado. “Ese mismo día”, puntualiza, “el rey emérito emprenderá viaje de regreso a Abu Dabi, donde ha fijado su residencia de forma permanente y estable”.
La Zarzuela ha explicado que la reina Sofía “se ha desplazado a Miami (Estados Unidos) para estar presente, con carácter privado, en las actividades organizadas en esa ciudad por el Queen Sofia Spanish Institute para conmemorar el 500 aniversario de la primera circunnavegación, coincidiendo con la llegada a Miami del buque escuela de la Armada Juan Sebastián de Elcano”. La esposa del anterior jefe del Estado no regresará a España hasta el domingo 22, por lo que será el lunes 23 cuando se reúna con don Juan Carlos. Así se justifica que el rey emérito acuda a las regatas de Sanxenxo antes de visitar a la Familia Real en La Zarzuela.
La vuelta de don Juan Carlos no ha estado libre de polémicas. La organización del viaje se ha visto dificultada por la negativa del Gobierno, asumida por la Casa del Rey, a que Juan Carlos I pernoctase en La Zarzuela, alegando que no es la residencia privada de la Familia Real, sino la sede de la Jefatura del Estado; y subrayando que, aunque el rey emérito esté exonerado de cualquier responsabilidad penal ―por la inmunidad de que gozaba como anterior titular de la Corona, por la prescripción de los delitos o por la regularización fiscal que presentó― no ha dado explicación alguna ni ha pedido disculpas a la sociedad española por su comportamiento.
Por ello, una vez que haya participado en las regatas y mantenido un almuerzo en la que fue su casa durante 60 años, regresará a Abu Dabi, donde ha fijado su residencia permanente desde que, el 3 de agosto de 2020, se marchó de España cuando aún estaban abiertas varias causas en las fiscalías española y suiza por su supuesta fortuna en el extranjero (ahora esas causas ya han sido archivadas). La idea, en todo caso, es que la primera visita del rey emérito sirva para normalizar su presencia en España y dar paso a visitas regulares hasta que se produzca su regreso definitivo.
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