Las primeras proyecciones de los resultados de las elecciones generales en Alemania han dejado al país en un limbo político, con los dos candidatos a suceder a la canciller saliente Angela Merkel reclamando liderar el próximo gobierno de coalición.
El nombre del próximo canciller dependerá del desarrollo de unas complejas negociaciones a varias bandas que podrían durar meses.
Las primeras proyecciones de los resultados de las elecciones generales en Alemania han dejado al país en un limbo político, con los dos candidatos a suceder a la canciller saliente Angela Merkel reclamando liderar el próximo gobierno de coalición.
Tanto el socialdemócrata (SPD) Olaf Scholz como el democristiano (CDU) Armin Laschet se declararon dispuestos a dirigir el país después de que sus partidos quedaran prácticamente empatados según dichas proyecciones, reflejadas por la agencia de noticias DPA.
El próximo gobierno será el primero en 16 años sin la conservadora Angela Merkel al frente. Después de llevar a sus conservadores a cuatro victorias electorales consecutivas, está previsto que se retire de la política alemana en cuanto se forme un nuevo gobierno.
Los primeros resultados de las elecciones de este domingo, según las cadenas públicas ARD y ZDF, mostraban que el SPD supera por un estrecho margen a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y a su partido hermano bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU).
Los Verdes se erigen en tercera fuerza, mientras que los poscomunistas del partido La Izquierda podrían no superar la barrera del cinco por ciento necesaria para entrar en el Parlamento (Bundestag).
Es probable que las negociaciones por formar una coalición de gobierno se alarguen durante meses, con la posibilidad de que incluso superen los cinco meses y medio que tuvieron lugar tras las elecciones de 2017.
De superar la barrera del 5 por ciento de los votos y entrar en el Parlamento, es posible que el candidato del SPD, Olaf Scholz, intente una coalición con los Verdes y el FDP. Esta combinación de partidos ya existe a nivel regional, pero el FDP se resiste a llevarla al ámbito nacional.
Para la CDU/CSU la posibilidad pasa por unir fuerzas con Los Verdes y el FDP. Si bien fue descartado por Christian Lindner, líder del FDP, el ajustado resultado arrojado por las proyecciones otorga ahora mayor poder a los partidos más pequeños, una perspectiva que tiene nerviosos a los dos más grandes.
La tercera opción es que el SPD priorice una coalición con Los Verdes y La Izquierda. Pero ello depende de que La Izquierda entre finalmente en el Bundestag. E incluso, si lo hace, no está claro que esta posible coalición tenga el número de escaños necesario. Esta combinación de partidos ya existe en tres estados federados, pero sería la primera a nivel federal.
En caso de emergencia, otra posibilidad es una gran coalición de la CDU/CSU con el SPD. Esta es la coalición que Merkel encabezó durante 12 de sus 16 años como canciller. Fue la segunda mejor opción tras los comicios de 2017, con el SPD enfrascado en una amarga lucha interna antes de aceptarla. Pero esta vez, con un canciller del SPD como líder de la misma, podría ser diferente.