Más de 75 millones de personas ya habían emitido su voto hasta el sábado 2 de noviembre en las elecciones de Estados Unidos, lo que representa más del 48 % del número total emitido en las presidenciales de 2020, cuando votaron 154.6 millones de estadounidenses.
Las últimas encuestas de este domingo muestran una carrera reñida entre la candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, y su contrincante republicano, Donald Trump, a dos días de las elecciones presidenciales.
En el caso del voto anticipado en persona, el nivel de participación superaba ya, a dos días de la jornada electoral del 5 de noviembre, el total de votos depositados de este modo en las elecciones presidenciales de 2020 y muestra cómo la manera de votar de los estadounidenses está cambiando.
La opción del voto anticipado (tanto por correo, como en persona), que se hizo más popular durante la pandemia, muestra que los votantes ya no están esperando al día de las elecciones, sino que son muchos los que prefieren emitir su voto o por correo o votando de manera anticipada en un centro de votación.
La propia Kamala Harris dijo este domingo que votó anticipadamente. "De hecho, acabo de rellenar mi papeleta por correo", declaró a periodistas en el estado clave de Míchigan cuando faltan dos días para los comicios. Añadió que la papeleta está "en camino a California".
¿En qué lugares estará la clave?
En Georgia, uno de los estados clave para estas elecciones, más de 4 millones ya han votado, lo que marca casi el 80% de la participación total del estado en 2020, según el rastreador de votación anticipada del Laboratorio Electoral de la Universidad de Florida.
Mientras que en otros estados en disputa, como Arizona y Carolina del Norte, aproximadamente la mitad de los votantes ya han ejercido su derecho al voto.
Si bien aún no se conocen los candidatos elegidos por los votantes anticipados, los datos sobre quiénes emitieron esos votos brindan pistas. Según un análisis de NBC News, Pensilvania ha visto un aumento de nuevas mujeres registradas como demócratas, mientras que Arizona ha visto un aumento de la participación de hombres registrados como republicanos.
Donald Trump ha animado en esta ocasión a hacer uso del voto anticipado, después de haberlo desanimado en las anteriores con alegaciones infundadas de que el voto por correo propiciaba el fraude. "El destino de nuestra nación está en vuestras manos. El martes, tienen que ponerse en pie", dijo Trump en su primer mitin del día en Pensilvania, donde volvió a agitar el fantasma del fraude electoral.
Y tildó de "encuesta falsa" una que le daba la victoria a Harris en Iowa, tradicional bastión republicano.
Empate en las encuestas
Una nueva encuesta de NBC News revela hoy que la vicepresidenta y el expresidente están prácticamente empatados a nivel nacional entre los votantes registrados.
En los sondeos en los que se tuvieron en cuenta a otros candidatos de terceros partidos, el 47% apoya a Trump y el 46% a Harris. En las encuestas que solo tienen en cuenta a los dos candidatos principales, Harris y Trump están empatados con un 49% cada uno.
No obstante, la última encuesta nacional de ABC News/Ipsos muestra que la vicepresidenta Harris tiene una estrecha ventaja sobre el magnate republicano, con un 49% frente a un 46% de apoyo a Trump.
Con los resultados de la nueva encuesta incorporada, el último promedio de encuestas nacionales de CNN Poll of Polls revela que el 48% de los votantes en todo el país respaldan a Harris y el 47% apoyan a Trump, sin cambios con respecto al promedio anterior.
La encuesta final del New York Times/Siena realizada el domingo señaló algunos cambios en los estados clave en disputa, pero los resultados de los siete "estados bisagra" o "estados pendulares" se mantienen dentro del margen de error.
"Ella habla de unidad y luego me llama Hitler"
El candidato republicano a las elecciones presidenciales estadounidenses, Donald Trump, dio un mitin este sábado en Carolina del Norte, uno de los estados clave en estas elecciones, donde criticó duramente a su contrincante, Kamala Harris, y señaló que la vicepresidenta lo había llamado Adolf Hitler.
"El otro día, (Harris) dijo: 'Queremos estar unidos. No queremos decir cosas malas sobre nadie… incluido nuestro oponente. Él es Hitler. Él es Hitler'. ¿Alguna vez han escuchado algo así? Ella habla de unidad y luego me llama Hitler", anotó el ex presidente (2017-2021) desde la ciudad de Gastonia.
El mes pasado, John Kelly, ex jefe de gabinete de la Casa Blanca, dijo en una entrevista que Trump apuntó que deseaba que su personal militar le mostrara la misma deferencia que los generales nazis de Hitler mostraron al dictador alemán durante la Segunda Guerra Mundial. No obstante, Trump negó haber dicho esto.
Harris no ha llamado a Trump Hitler delante de los medios, pero sí que lo ha descrito en varias ocasiones como un "fascista hasta la médula" que es peligroso para la democracia de Estados Unidos y lo atacó durante la polémica por esos presuntos elogios a Hitler.
A falta de tres días para las elecciones, Trump retomó su discurso antiinmigración y dijo hoy que el 5 de noviembre será el "día de la liberación en Estados Unidos", volviendo a hablar de deportaciones masivas.
"Será la liberación el primer día. Lanzaré el programa de deportación más grande en la historia de Estados Unidos. Rescataré cada ciudad y pueblo que haya sido invadido y conquistado. Estas ciudades han sido invadidas y conquistadas de la misma manera que una invasión militar, excepto que no llevan uniforme", recalcó el magnate republicano.
La candidata demócrata, por su parte, decidió abordar los últimos días de campaña enfocada en un mensaje optimista y dejar atrás las críticas a su rival republicano, explicaron en una llamada con periodistas los portavoces de la campaña de Harris. Sin embargo, la vicepresidenta estadounidense no pudo evitar referirse a su rival.
En Atlanta, la capital del estado de Georgia, la exsenadora, que aspira a convertirse en la primera presidenta del país, acusó a Trump de considerar "un enemigo" a todo aquel que discrepe con él, de haber "nombrado a dedo a tres miembros de la Corte Suprema" durante su mandato con la intención de que dinamitaran el derecho federal al aborto y de querer bajar los impuestos "a los millonarios y las grandes corporaciones".