Francia tendrá este domingo 30 de junio la primera vuelta de las elecciones legislativas adelantadas por el presidente Emmanuel Macron.
La primera vuelta de las legislativas galas fueron adelantadas por el presidente tras los resultados de los comicios de la Unión Europea.
Francia tendrá este domingo 30 de junio la primera vuelta de las elecciones legislativas adelantadas por el presidente Emmanuel Macron.
El formato francés obliga a una segunda vuelta que será el 7 de julio, donde se definirán las 577 bancas del Parlamento y de allí saldrá el primer ministro, que deberá gobernar a la par del presidente.
Los resultados de las elecciones parlamentarias de la Unión Europea (UE) y el temor de un crecimiento mayor de la tendencia a favor de la derecha gala pondría en jaque el peso del oficialismo. Adelantar podría convertirse en una jugada maestra para evitar una desfavorable renovación en 2027 o ser su carta de suicidio.
La situación electoral nace en gran parte por los resultados que arrojaron las elecciones de eurodiputados en Francia.
El pasado 10 de junio, el partido Rassemblement national (RN) de Marine Le Pen se impuso con el 31,37%, arrasando contra el 14,60% de Besoin d'Europe de Macron.
Si bien existe un notorio crecimiento de la ola derechista en Europa, el caso francés sobresale por la ventaja en votos y por tratarse del triunfo del partido de ultraderecha en la UE, Grupo Identidad y Democracia (ID), el cual a nivel de la Unión se mantienen como la cuarta fuerza.
Macron, con su facultad de disolver la Asamblea Nacional y convocar a nuevas elecciones, apuesta a frenar a tiempo el avance opositor y sostener su peso semipresidencialista. El riesgo resulta ser la posibilidad de socavar aún más su imagen y debilitarlo en un eventual duplex con Le Pen.
El panorama es aún más complejo para el oficialismo en base a las últimas encuestas de Harris Interactive, IFOP, Elabe, Ipsos, Odoxa y OpinionWay. Los porcentajes muestran también un crecimiento del Nuevo Frente Popular (PFN), la alianza izquierdista que superaría incluso al oficialismo.
Como punto a favor, Macron brindó sólo cuatro días para presentar listas. Abriendo dos días después del llamado, el 16 de junio finalizó el plazo de inscripción, dejando un tendal brutal de internas insólitas, incluyendo a Éric Ciotti de centro derecha amotinado en el despacho de Los Republicanos (LR) luego de que su partido no aprobara un acuerdo con Le Pen.
En caso de no obtener mayoría, RN tendrá que acordar con el resto de la oposición para posicionar a Marine Le Pen como primera ministra de Francia.
Consecuencia del fugaz periodo de negociaciones otorgado por el presidente y el lógico historial de discusión, la relación con Los Republicanos (LR) y con Reconquista, posibles socios políticos, quedó parcialmente dañado.
A pesar de tener un camino allanado, Le Pen debe luchar también con el antecedente de que los porcentajes finales de su partido a la hora de los comicios que definen primer ministro suelen ser más bajos que el de las elecciones europeas y las que eligen presidente. Con especial foco en el obligado ballotage.
Otro factor es el rol en las calles de organizaciones sociales y partidos como el Comunista. El ejemplo de esta semana se dio con masivas manifestaciones el lunes en diversas ciudades del país. En París aseguraron la presencia de 10 mil manifestantes.
El eje de esta convocatoria que reunió a unos 200 grupos y sindicatos defensores de los derechos de las mujeres fueron precisamente las luchas en materia de género.
"Durante los debates sobre la posibilidad de convertir el aborto en un derecho constitucional, pudimos observar cómo los diputados de extrema derecha se sentían muy incómodos con el tema, pedían que se llenaran las cunas con bebés franceses", comentó Shirley Wirden, responsable de los derechos de las mujeres del Partido Comunista Francés.