Este domingo 28 de julio se realizarán las elecciones presidenciales de Venezuela directamente en instancias de generales y sin ballotage.
Nicolás Maduro apuesta al apoyo por el Esequibo y el 8% de crecimiento en 2023. Edmundo González corre con la unidad de la oposición para dejar atrás el régimen chavista.
Este domingo 28 de julio se realizarán las elecciones presidenciales de Venezuela directamente en instancias de generales y sin ballotage.
La jornada, sea cual sea su resultado, significa un momento bisagra para la política latinoamericana y el futuro del país con costas al mar Caribe.
En medio de la incertidumbre que otorgan las encuestas, las idas y vueltas de sanciones estadounidenses y la particular postura del presidente Nicolás Maduro frente a los comicios, los venezolanos parecen estar en puertas de un cambio de gobierno tras 25 años de chavismo. Todo dependerá de si el Palacio de Miraflores finalmente retoma un rumbo más democrático.
Los habilitados para votar en Venezuela son 21,4 millones de personas.
Luego de una serie de estrategias del aparato oficialista para quitar del camino a fuertes contendientes, con el caso de María Corina Machado, quien en diciembre de 2023 sufrió la ratificación del Tribunal Supremo de Justicia de la sanción de la Controlaría que no le permitió presentarse en las elecciones, el panorama cercano parecía mutar a uno más parecido al tradicional de procesos democráticos.
Lejos está de serlo de forma concreta. La llegada de Edmundo González, principal candidato a la presidencia en base a los sondeos, aparece en la carrera luego de que Corina Yoris no lograra inscribirse por “fallas cibernéticas del sistema”. A esta situación, se le suman una series de artimañas estatales sobre la campana del round final.
El presidente del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), Elvis Amoroso, aseguró que "Venezuela tiene el mejor sistema electoral del mundo y lo vamos a poner en práctica nuevamente este domingo 28 de julio".
El informe de Our World Data en base a la investigación de la agencia sueca V-Dem (2023) que evalúa el nivel de transparencia electoral a nivel global, puntúa a Venezuela con un 0.21 en una escala de 1 a 10. Sólo poseen peores marcas países como Rusia, China, Arabia Saudita e Irán.
El panorama en 2024 mejora levemente en comparación con el del 2018 o el particular escenario de 2019 con el gobierno paralelo de Juan Guaidó y su posterior exilio.
Parte de la “mejora” se da por la flexibilización brindada en la gestión Joe Biden en Estados Unidos, que brindó libertades a PDVSA (Petróleos de Venezuela, SA) hasta marzo de este año, cuando los demócratas decidieron finalizar el principio de acuerdo tras no observar avances en el caso Corina Machado. Dicha apertura se había logrado luego de octubre de 2023, cuando el oficialismo y algunos sectores de la oposición firmaron el Acuerdo de Barbados bajo la supervisión de representantes diplomáticos de países como Barbados, Colombia, Estados Unidos, Noruega, México, Países Bajos y Rusia.
La “mejora” no se refleja para los 7.7 millones de refugiados que según el Observatorio Electoral Venezolano (OEV), sufrieron “una diversidad de obstáculos que, sumados a una normativa restrictiva, impidieron la inscripción y actualización de millones de ellos”.
Un importante número de países latinoamericanos, entre ellos Argentina, no serán veedores de las elecciones. Los que sí están confirmados son Corea del Norte, Irán, Rusia y Nicaragua.
Desde primera hora del viernes se registraron cierres y restricciones irregulares en sectores de la frontera venezolana con Colombia, presumiblemente con la intención de que se reduzca el número de regresos que pudieran votar en contra del oficialismo.
La situación más resonante se dio con la prohibición de ingreso al país vía aérea este viernes a cuatro ex presidentes de México.
En lo discursivo, Maduro fue polémico en la última semana al advertir que en caso de perder, se desataría un "baño de sangre". Su hijo "Nicolasito" intentó calmar las aguas al declarar que "si perdemos, entregamos y seremos oposición".
Por el lado de la oposición también se optó por una salida democrática, al llegar a acuerdos más firmes y dejar de lado el boicot de los últimos años. Además, se registraron masivas movilizaciones pacíficas en favor de González, dejando atrás también la violentas “guarimbas”.
Las elecciones en Venezuela posee una inmensa lista de empresas abocadas a los sondeos de opinión y encuestas con diversas perspectivas.
Quienes poseen el aval de Estados Unidos y la llamada “comunidad internacional” le otorgan una importante ventaja a Edmundo González:
Firmas locales con tendencia oficialista, evaluadas con niveles de confiabilidad muy bajos tras estudios de Medianálisis, Efecto Cocuyo, Cazadores de Fake News y Probox, con el apoyo del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), le brindan posibilidades a Maduro, sosteniendo su porcentaje en base al apoyo en el referéndum del Esequibo contra Guyana y números de macroeconomía que crecieron un 8% en 2023: