El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, advirtió hoy que "la eliminación" de soldados ucranianos en Mariupol, ciudad portuaria asediada desde el inicio del conflicto por las fuerzas rusas, "pondría fin a cualquier negociación" con Rusia.
Así lo advirtió el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, advirtió hoy que "la eliminación" de soldados ucranianos en Mariupol, ciudad portuaria asediada desde el inicio del conflicto por las fuerzas rusas, "pondría fin a cualquier negociación" con Rusia.
"La eliminación de nuestros militares, de nuestros hombres (en Mariupol) pondrá fin a cualquier negociación" de paz entre Rusia y Ucrania, dijo Zelenski en una entrevista con el portal de noticias Ukraïnska Pravda, en la que además alertó que ambas partes se encontrarían en un "callejón sin salida".
En cuestión de muertos, "Mariupol puede ser diez veces Borodianka", consideró el mandatario, en referencia a una pequeña ciudad de las afueras de Kiev, atacada y destruida por soldados rusos.
"Cuántos más (casos como el de) Borodianka se presenten, más difícil será" negociar, sentenció.
"Para ser honesto, no tenemos ninguna confianza en las negociaciones sobre Mariupol", destacó Zelenski.
El pasado lunes, el ejército ucraniano anunció que se estaba preparando para "una batalla final" en Mariupol, la estratégica ciudad portuaria a orillas del mar de Azov, en el sureste del país.
"Esto implica la muerte para algunos de nosotros y el cautiverio para otros", publicó en Facebook la 36ª Brigada de la Marina, según consignó la agencia de noticias AFP.
Las autoridades ucranianas afirmaron un día más tarde que los combates dejaron entre 20.000 y 22.000 muertos en Mariupol, donde en tiempos de paz residían 441.000 personas.
"Nuestros soldados están rodeados y, a pesar de todo, siguen defendiéndose", dijo Zelenski.
Los combates se concentran ahora en la gigantesca zona industrial de la ciudad, cuya conquista es considerada vital para las autoridades rusas dado que Mariupol posee un puerto que da al mar de Azov, y que, de quedar en su poder, le permitiría a Moscú controlar el territorio del sureste, desde Crimea hasta la región del Donbass, donde se hallan las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk.
Desde hace varios días, las negociaciones están en punto muerto.
El presidente ucraniano afirmó hoy querer un tratado de paz con Moscú que consista en "dos documentos separados".
"Uno de ellos se referirá a las garantías de seguridad para Ucrania, el otro (se referirá) directamente a sus relaciones con Rusia", apuntó.
En este primer documento, la seguridad de Ucrania estaría garantizada por algunos países "que han mostrado" su interés, como "el Reino Unido, Estados Unidos, Italia y Turquía", afirmó en la misma entrevista con los medios de comunicación ucranianos.
"A Moscú le gustaría tener un solo tratado (...) pero no todos los estados desean discutir con Rusia", añadió Zelenski.
Las negociaciones son "extremadamente difíciles", dijo el pasado martes el consejero presidencial ucraniano Mijailo Podoliak.
Desde Moscú, el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a los negociadores ucranianos de tener una "falta de coherencia" que impedía llegar a un acuerdo entre ambos países para poner fin a la guerra en Ucrania.
"Me informaron ayer por la noche de que la parte ucraniana había cambiado de nuevo algo (...) Una falta de coherencia tal en los puntos fundamentales crea dificultades", advirtió entonces Putin durante una rueda de prensa.